Devenidos de la horticultura, los hoteles de insectos son una herramienta reconocida a nivel mundial.
Ahora, llegaron a la Argentina, como alternativa sustentable y de biodiversidad, para los cultivos extensivos.
Lucas Andreoni (Foto) es asesor privado en Córdoba, fundador del Grupo Biored, e integrante de grupos de productores CREA y Aapresid en su provincia.
Luego de varios años de trabajo profesional en la sustentabilidad de sistemas agrícolas e intensificación productiva, Andreoni decidió que la biodiversidad aplicada a cultivos extensivos era un nuevo camino a seguir. Por eso, trajo de las actividades intensivas, la construcción de “hoteles de insectos” en algunos campos que asesora.
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“Se trata de un resguadrdo donde los insectos polinizadores puedan hospedarse, pensando en los sistemas de producción. Cuanto más polinizadores tenes, conseguís una mayor fecundación de flores, más granos y frutos”, explica el técnico.
Asimismo hace distinciones importantes. “Cuando hablamos de polinizadores, siempre se piensa en la abeja, es la más conocida, pero hay otro montón de especies, de diversos polinizadores, también de insectos que funcionan como biocontroladores de plagas de los cultivos”, agrega.
Los polinizadores, ejemplifiza, registran vuelos muy cortos, a diferencia de la abeja, que pueden volar hasta dos kilómetros. Por eso, los “hoteles” son espacios de albergue para que descanses en el lote, plantea.
“Cuando hay extensiones muy grandes, los insectos se encuentran en el medio de un grandes distancias en el cual no pueden descansar”, analiza.
Pero la construcción de los hoteles es un concepto abarcativo, profundo y como resultado de un sistema, asociado a la intensificacón productiva y en la búsqueda de un equilibrio
¿Qué significa esto? “Son campos que están todo el año verde, sea con un cultivo de renta o con cultivo de cobertura, en las que ya conseguimos estabilizar el control de plagas y malezas por medio de prácticas culturales estratégicas”, dice Andreoni.
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Los hoteles están hechos de varios materiales, madera, troncos con diferentes tamaño de agujeros, maderas, cañas, para el hospedaje y la reproducción. “Acá los hicimos con un formato de casa, pero ser cualquier otro tipo de construcción”, señala.
En conclusión, esos campos, además de la biodiversidad vegetal dada por los cultivos, también se busca la biodiversidad animal y de insectos.
“La búsqueda de los servicios ecosistémicos potencian todo el sistema, sin deteriorarlo ya que la presión de las prácticas agrícolas implicó ir perdiendo los servicios, buscando un equilibrio”
Corredores biológicos y paisajes multifuncionales
Según el asesor, estos espacios se fueron perdiendo en las producciones agroganaderas y que eran claves para fomentar la biodiversidad vegetal, animal y de insectos puedan expresarse.
Conectando estos paisajes multifuncionales y corredores se conseguía que los insectos se afinquen y puedan ser aliados de la producción y claves para la sustentabilidad.
También los hotel de insectos están pensados como un indicador ambiental, explica el técnico cordobés, que inidica sobre la calidad de ciertas prácticas, como las pulverizaciones.