Las fuertes lluvias y tormentas que afectan el sur de la provincia de San Luis, principalmente las localidades de Fortuna, Nueva Galia y Buena Esperanza, ya dejaron viviendas y edificios públicos inundados, calles anegadas y 15 familias en condiciones de ser evacuadas, informaron fuentes de Defensa Civil.
Por estas razones, se ha dispuesto que no se dicten clases ni en escuelas públicas ni privadas, ya que en las últimas 48 horas llovió más que en todo un año, siendo las más afectada las localidades de Nueva Galia y Fortuna con registros oficiales de 380 y 330 milímetros respectivamente hasta anoche, según informaron hoy a Télam las autoridades del programa San Luis Solidario, que es el equivalente a Defensa Civil.
Las tormentas comenzaron el martes con pausas, pero desde ayer por la tarde llueve en forma continua y la situación es “delicada”, dijo el intendente de Fortuna, Guillermo Muñoz, que es una de las localidades más afectadas.
“Las calles parecen ríos, no se puede circular, los desagües no son suficientes, muchas casas se han llovido y los pocos bienes muebles de esas personas se han arruinado, no les sirven más”, señaló el intendente.
Y afirmó que “tenemos entre 15 y 20 familias en condiciones de ser evacuadas, pero esa gente se resiste a abandonar sus viviendas, por lo que estamos atentos a que la situación no se agrave”.
Por su parte Sergio Moreira, intendente de Nueva Galia, ubicada a 260 kilómetros al sur de San Luis, que es la localidad donde llovió más de 380 milímetros, sostuvo que “el cuadro de situación es complicado y hasta que las máquinas de Vialidad no terminen de sacar el barro de las calles y de las viviendas no se puede hacer un balance de las cuantiosas pérdidas sufridas”.
El programa San Luis Solidario señaló que ellos se encuentran en estado de alerta brindando contención y atención sanitaria a las personas afectadas que incluye la provisión de alimentos, ropa, medicamentos y muebles.
En Buena Esperanza cayeron 250 milímetros y es la localidad donde menos daños provocó la lluvia, señaló el intendente Fernando Larroudé, si bien enfatizó que “hay muchas casas inundadas, y calles intransitables”.