El consumo de carne vacuna aparente en la Argentina registró una nueva caída en el mes de marzo de este año alcanzando los 48,6 kg per cápita, pero de todas formas resultó levemente superior al de marzo de 2020 (47,6 kg) e incluso al de marzo de 2019 que cerró con 48,3 kg.
De esta manera el consumo aparente per cápita de carne vacuna cayó un 3,5% en el primer trimestre del año, de acuerdo a un informe elaborado por Rosgan.
De acuerdo a los datos oficiales, en los tres primeros meses del año el consumo aparente de carne vacuna absorbió 505.000 toneladas equivalente de res con hueso, un 8,8% menor a las 554.000 toneladas registradas en igual trimestre de 2020.
Según la analista del Rosgan, María Julia Aiassa, para entender este número hay que mirar la exportación y la producción argentina, dado que el consumo interno no se mide de forma individual, sino que se desprende como saldo de los otros dos eslabones de la cadena.
En lo referido a la producción nacional de carne vacuna presenta un estancamiento ya que “hasta el 2009/2010 producíamos en promedio unas 275.000 toneladas mensuales, luego caímos a 200.000 y en la actualidad no hemos conseguido recuperar ese volumen, estabilizándonos en una producción de entre 250 y 260.000 toneladas por mes”.