En 1990 se exportaba al mundo menos del 1% del vino producido por las bodegas argentinas; hoy los envíos treparon a más del 17%, se abrieron diversos mercados, y la calidad en vitivinicultura nacional está más que comprobada.
José Alberto Zuccardi, director general de la Bodega Familia Zuccardi, explica que las bodegas argentinas âabrieron su menteâ en la década del 90 e inviertieron en el packaging de sus productos como las etiquetas y las botellas.
Por otra parte, también se invirtió en la reconversión de variedades de uva, se comenzaron a utilizar procesos de elaboración más complejos, y, según Zuccardi, de esta manera se logró salir de la profunda crisis que atravesaba el sector en los 80.
Con respecto al mercado interno, Zuccardi detalla que afortunadamente los jóvenes se interesan por el consumo de vinos, tratan de experimentar con nuevas variedades, y buscan acompañarlos con las comidas adecuadas. En la misma línea prefieren los vinos tintos a los blancos.
Todas estas preferencias se evidencian en las estadísticas ya que el consumo interno este año creció el 3%. El director general de la Bodega Zuccardi detalla que el mundo está evidenciando cambios respecto del consumo de vinos, mientras países tradicionalmente consumidores, como Italia, Francia y España, bajan sus niveles de consumo,otros que no sumaban vino a sus dietas comienzan a hacerlo lentamente.
Con respecto a las fuertes inversiones internacionales que recibió el sector en los últimos años, Zuccardi explica que esto es una clara señal del potencial que tiene la vitivinultura argentina y que por supuesto esto también contribuyó al crecimiento y a la apertura de mercados para los vinos nacionales. Zuccardi también remarca que las bodegas con capitales 100% nacionales también se subieron a esta ola de mejoramiento de la calidad de sus productos y en los procesos de elaboración, para ponerse a la par de sus competidores.