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Vientos de innovación tecnológica

En el establecimiento La Lucía, de Jorge Romagnoli, más de 300 participantes entre técnicos y productores se reunieron para compartir la experiencia de años de agricultura de avanzada en el campo del presidente de Aapresid. Un lujo

En el establecimiento La Lucía, de Jorge Romagnoli, más de 300 participantes entre técnicos y productores se reunieron para compartir la experiencia de años de agricultura de avanzada en el campo del presidente de Aapresid. Un lujo
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Próxima estación… La Lucía. Con el impulso del viento del Sur, los avances en tecnologías para la producción agrícola soplaron fuerte en la zona Los Surgentes, Inriville, en la provincia de Córdoba.

El rol de la materia orgánica, la dinámica del nitrógeno, la física de los suelos y la evolución de las maquinarias en el sistema de siembra directa (SD) fueron los temas de las cuatro estaciones, ubicadas en diferentes lotes del establecimiento de tradición innovadora y propiedad del presidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), Jorge Romagnoli. La roya de la soja, los agronegocios y el intercambio de datos de distintas regionales de la entidad completaron la jornada de trabajo a campo.

Nutrición

Desde la campaña 1999/00, en este campo se desarrollan ensayos de la red Aapresid-Inpofos para determinar la respuesta de los cultivos con rendimientos máximos, trabajando sin límites en la aplicación de fertilizantes. Evalúan, además, las deficiencias y potenciales respuestas de los elementos en diferentes zonas de la región en trigo, maíz y soja.

Fernando Salvagiotti, del área de manejo de cultivos y fertilidad de los suelos del INTA Oliveros, explicó frente a los ensayos de trigo que trabajan partiendo del desbalance nutricional de los lotes de la zona y a partir de la premisa de la necesidad de fertilizar. “Es necesario conocer los umbrales de respuesta en nitrógeno en este cultivo y en maíz para poder planificar las dosis sobre la base de los potenciales rindes de un ambiente”, explicó el técnico.

Puntualizó en el concepto de la necesidad de aplicar nutrientes pensando no sólo en los rendimientos posibles sino también en el incremento de materia seca y carbono, porque este elemento en el largo plazo es materia orgánica, un componente que se transforma en el pilar fundamental de la sustentabilidad de los recursos.

“Tenemos, también, que elaborar las estrategias de fertilización sobre la base de la movilidad de los elementos del suelo. El nitrógeno, por ejemplo, se piensa basándose en el objetivo final de rendimientos y otros para aumentar la concentración de los nutrientes”.

Respecto de otros elementos, como el fósforo, comentó que cuando los umbrales están por debajo de 16 y 17 partes por millón, los cultivos comienzan a responder. “Para tener mayores respuestas en nitrógeno frente a otros, es importante no descuidar el equilibrio de las existencias”, especificó.

En cuanto a las aplicaciones de azufre, Salvagiotti señaló que la aplicación de este elemento es vital para la recuperación de suelos degradados y con bajos niveles de materia orgánica, esencialmente en aquellos que tienen una cantidad de años de agricultura. Tanto el fósforo como el azufre tienen alta residualidad y se pueden aprovechar para otros cultivos. “La idea es hacer el análisis económico de las aplicaciones pensando más en el mediano y largo plazo. Hay que estudiar los impactos de las dosis aplicadas no sólo en un cultivo”, concluyó.

De precisión

En la estación de agricultura de precisión, Agustín Bianchini del área técnica de Aapresid, explicó los alcances de la maquinaria disponible en el país. Monitores de rendimiento, cosechadoras equipadas con este implemento y con posicionador satelital -GPS- para la confección de mapas de rendimiento. Pulverizadoras y sembradoras equipadas con chips para dosis variables.

“Muchas veces no nos podemos explicar por qué un lote rinde más que otro si tuvieron el mismo manejo tecnológico y entonces al mirar las cifras determinamos en los distintos casos, situaciones particulares, como la de esta región, donde en años normales las zonas bajas de los lotes rinden más. Eso se debe a que en las lomas tienen menor cantidad de materia orgánica, como consecuencia de las pérdidas ocasionadas por la erosión. Los bajos son más fértiles y de allí las diferencias”, ejemplificó Bianchini.

Y se va la segunda…

Por segunda vez, Aapresid desembarcará en España para continuar las tareas de intercambio de experiencias de trabajo y difusión de la tecnología de siembra directa en el país. Martín Ambrogio encabeza la delegación que el 23 realizará la II Jornada Iberoamericana sobre Agricultura de Conservación, en Albacete, en la Región de Castilla la Mancha. “En la finca Orán se trabaja en 400 hectáreas, con cultivos en secano desde hace más de 4 años. El objetivo fundamental es mostrar que somos un país que no sólo vende granos como commodities sino que trabaja con un sistema diseñado pensando en la conservación de los recursos. Con prudente aplicación de agroquímicos, fertilizantes y realizando prácticas que tienden a la mejora de la estructura de los suelos”, dijo el técnico a Infocampo.

Comentó, además, que la siembra directa despertó hace tiempo atrás el interés de productores no sólo españoles sino de otras regiones de Europa. “Cuando visitan el país quedan impresionados por el nivel de tecnificación con los que producimos aquí”, agregó.

Años de directa

Jorge Romagnoli, anfitrión de la jornada a campo realizada por Aapresid, se mueve con soltura por los lotes de su establecimiento. Conoce la historia de cada uno de ellos, los trabajos y ensayos que se repiten desde hace décadas. Siempre investigando acerca de cómo incorporar tecnologías más eficientes para la producción agrícola en el sistema de siembra directa. Frente a un trigo verde intenso, siempre acompañado por su perro, nos comenta que “la primera jornada de trabajo de este tipo se realizó en este mismo lugar hace 11 años atrás. Teníamos ensayos de pasturas, trabajabamos en la búsqueda de acercamiento de distancias entre líneas de siembra, y discutíamos las dosis de fertilización para los diferentes cultivos. Tratando de reducir el movimiento del suelo con las labranzas mínimas”, explica. En tantos años de experiencia, Romagnoli señala con orgullo los logros obtenidos en rendimiento de maíz, principalmente por técnicas como el incremento de la cobertura, que permite mayor retención de agua, elemento decisivo para la respuesta de este cultivo. Señala también como beneficio que trabajando correctamente la retención de agua puede ser tan eficiente que se puede implantar soja de segunda sin las importantes precipitaciones cerca de la fecha de inicio.

Por Verónica Puig

Redactora de Infocampo

vpuig@infobae.com

Enviada especial a Monte Buey

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