El mismo decreto del Ejecutivo facultó al organismo a que extienda sus tareas de control -desarrolladas hasta el momento sobre las carnes y los granos- a otras cadenas como los lácteos o la apicultura.
“Vamos a acorralar a la informalidad”, dicen desde la oficina. Es que el Gobierno acepta que las ventas en negro alcanzan 30% de la facturación total del sector, con el consiguiente perjuicio fiscal para el Estado por un lado y de deslealtad comercial para las empresas que operan en blanco, por el otro.
“Es una muy buena medida”, comentó el secretario de Agricultura de Santa Fe, Daniel Costamagna.
Esta provincia concentra 30% de la producción láctea del país y 50% de las exportaciones y tiene fama de ser una de las más ordenadas, junto con Buenos Aires y La Pampa.
Precisamente, la idea del trabajo de la ONCCA es poner en un pie de igualdad a los sectores lácteos de todas las provincias.
Según se pudo saber, el trabajo de fiscalización del organismo nacional se concentrará en las plantas procesadoras, de las cuales se estima que hay unas mil en todo el país.
El primer paso será la creación de un registro similar al que existe para los operadores del comercio cárnico, los molineros o los acopiadores.
Ese registro será administrado por la oficina, de tal manera que ante la detección de irregularidades o incumplimiento de los requisitos reglamentados para su inscripción, puedan ser suspendidos.
“En la provincia venimos haciendo controles en forma rutinaria, junto con la Afip y bromatología”, comentó Costamagna. “Con el convenio que vamos a firmar con la ONCCA vamos a ir hacia un control mucho más preciso, que incluya los aspectos de seguridad industrial, aportes previsionales, etcétera”, agregó.
Desde la oficina nacional también confirmaron que la estrategia es cerrar convenios con las provincias para realizar los controles.
Autarquía y financiamiento para el 2006
Gracias a un decreto del Poder Ejecutivo promulgado en agosto del año pasado, se le otorgó a la ONCCA la condición de organismo descentralizado, con autarquía económico-financiera, técnico-administrativa y dotado de personería jurídica propia.
Asimismo, se le concedió al titular de la SAGPyA la facultad de extender el campo de la fiscalización a nuevas cadenas agroalimentarias, atribución de la cual hizo uso Campos en esta ocasión.
En tanto, gracias a la ley de Presupuesto nacional 2006, se facultó al jefe de Gabinete (Aníbal Fernández) a expender partidas presupuestarias al organismo por hasta $20 millones, vía decisiones administrativas. Este valor cuadruplica prácticamente lo que el borrador del Presupuesto tenía previsto para este año, que era de $5,4 millones, y queda muy lejos de los $2,8 millones con los que contó en el 2005.
Caen las exportaciones y se entrevera el sector local
Mientras que la Unión General de Tamberos advirtió que podría faltar leche durante el invierno, debido a las presiones tributarias que viene recibiendo el sector, y los empresarios lácteos niegan esa presunta escasez y descartan un aumento en el precio del producto, el Senasa anunció ayer una caída del volumen exportado de 3% en enero del 2006.
El organismo sanitario especificó que durante ese mes del presente año, los envíos de productos lácteos -leches, quesos y otros- totalizó unas 25.800 toneladas, que dejaron al país más de u$s60 millones.
Este volumen -que significó una caída de 3% en el volumen embarcado- no obstante representó una suba de 8% en divisas, en comparación con el mismo período del 2005.
En aquel momento, la Argentina había exportado unas 27.000 toneladas, por más de u$s55 millones, agregó el Senasa.
Del total embarcado en enero del 2006, las exportaciones de leches bovinas sumaron 17.000 toneladas (u$s41 M), lo que implicó un aumento de 4% en divisas, pero un retroceso de 8% en el volumen.
Los principales destinos de este producto fueron Argelia, 3.841 toneladas; Brasil, 3.204 toneladas; Venezuela, 2.686 toneladas; México, 1.632 toneladas; Chile, 1440 toneladas, y Nigeria, 1.037 toneladas, entre otros mercados.