Los restos de la vaca enferma con BSE que causó la crisis de vaca loca en Canadá en mayo de 2003 fueron procesados y convertidos en alimento animal y puediron haber sido ingeridos por otros bovinos, de acuerdo a un informe de la Canadian Broadcasting Corp. (CBC), según informó News International a través de la agencia Comtex.
Los documentos obtenidos por la CBC muestran que la Agencia de Inspección Alimentaria de Canadá (CFIA, según su siglas en inglés) habían descubierto que el ganado de ciertos establecimientos estaba ingiriendo alimento recomendado sólo para cerdos y pollos. Ese alimento puede haber contenido los restos de la vaca que murió por haber contraído BSE.
Parte del problema era que al momento de confirmarse el diágnostico de BSE en el bovino en cuestión, los restos de éste ya habían sido convertidos en alimento, según explicó la CBC.
La agencia estimó que el alimento fue vendido a unos 1.800 establecimientos y decidió realizar una investigación. Visitaron 200 granjas y encontraron muchos casos donde las vacas eran expuestas a ese alimento.
Como resultado, 3 granjas fueron puestas en cuarentena y se aplicó rifle sanitario en 63 animales.
Los inspectores de la CFIA también descubrieron que era frecuente la mezcla de alimento destinado para las aves con el propicio para el ganado bovino, y en uno de los casos hasta el mismo granjero admitió que alimentaba en forma regular a su ganado con productos destinado para aves.
En 1997, el gobierno federal canadiense prohibió la producción de alimentos para rumiantes con restos de ganado bovino.
Por su parte, las últimas investigaciones indican que sólo es necesario un miligramo de alimento infectado para despertar la enfermedad (BSE) en una vaca, según explicó Neil Cashman un especialista de la Universidad de Toronto.
Según Cashman, “Canadá no debería alimentar ningún animal con alimentos obtenidos del procesamiento de restos bovinos porque la mezcla de alimentos es muy común” y agregó que ello representa un riesgo incalculable para los humanos.
Los restos bovinos continúan siendo usados para alimentos de cerdos y pollos en Canadá, pro la preocupación del cruzamiento de los mismos persiste.
En junio del año pasado, un grupo de científicos internacionales urgió a Canadá a prohibir el reciclaje de las partes más susceptibles a infectarse con BSE, como la espina dorsal y el cerebro, para la producción de alimentos balanceados. La CFIA consultó a la industria canadiense, a los productores y socios comerciales sobre tal prohibición, pero nada se ha hecho al respecto.