Con el triple objetivo de contrarrestar los problemas de informalidad existentes en el sector avícola, brindar seguridad alimentaria en el mercado interno y -fundamentalmente- posicionarse como país exportador, el gobierno uruguayo implementará, a partir del 1 de diciembre, la trazabilidad obligatoria para los pollos. Los empresarios uruguayos quieren explotar sus ventajas sanitarias en los mercados externos. “Hay una importante demanda de pollos para capitalizar por parte de Japón, la UE, África, México y Rusia”, explicó Domingo Esteves, directivo de la Sociedad Uruguaya de Productores Avícolas. Para concretar la trazabilidad, se puso en marcha la “Mesa de trabajo del sector avícola”. Esta entidad decidió poner a prueba tres sistemas diferentes de trazabilidad durante seis meses hasta elegir el definitivo. Los otros dos sistemas en evaluación son la colocación de precintos en las alas y la aplicación de un sello por parte de los frigoríficos.
S.M.