Quienes en marzo de 2008 salimos a las calles para reclamar que se nos tratara de la misma manera que al resto de los sectores económicos, sentíamos que la causa convocaba a la mayor parte de los ciudadanos argentinos; así lo entendieron y nos brindaron su apoyo.
Hoy, estamos convencidos que debemos volver a salir para brindar nuestro apoyo a algunos Jueces y Fiscales que se animan a ponerle coto a la corrupción oficial. Corrupción que, como todos los actos de Gobierno, debe ser juzgada con la mayor rigurosidad por ser ejercida desde una posición de poder.
Tenemos la seguridad que esta Justicia es la que pedíamos en 2008, la que muestra a una sociedad adormecida e indiferente que hay hombres dispuestos a poner sus valores por encima de sus intereses.
No es un hecho menor que un Juez de la Nación llame a indagatoria al Vicepresidente, para eso hace falta una gran cuota de valor y contar con pruebas suficientes. Exponerse al fracaso – ya sea por falta de elementos probatorios o por presiones políticas – es asumir un gran riesgo.
La defensa del correcto ejercicio de la Justicia es el objetivo de toda sociedad republicana. Cuando la independencia de los Poderes es avasallada por alguno de ellos, se desvirtúa el sistema y surge el autoritarismo, para el cual el único remedio son las públicas expresiones de apoyo hacia quienes tratan de subsanar los males.
Las denuncias de nada sirven si son hechas ante los déspotas; por lo tanto, la única manifestación válida es la que proponemos, mostrando que es posible volver a funcionar democráticamente.
En todo el tiempo que pasó desde aquel triste suceso de la famosa 125 se ha puesto en evidencia que no hay ladrones buenos o malos, si algunos pensaron que estaba bien que se le robara al sector agropecuario, hoy se dan cuenta que también les robaron a ellos.
Estamos hartos que se use un vacío relato para defender un sistema económico que no cierra ni en la más elemental de las contabilidades; queremos que todos coman, todos tengan viviendas, todos se eduquen, todos trabajen pero también queremos que todos valoren y paguen por lo que compran, basta de becarios del sistema.
Los subsidios sistemáticos no sirven, son útiles únicamente para salir de una crisis; eternizarlos es un acto de violación a la democracia porque con su pago se instrumenta la compra del voto y, vistos desde otro ángulo, significan el fracaso absoluto de las políticas aplicadas, ya que en doce años de Gobierno no hubo capacidad para evitar las causas que los justificaron.
Tenemos muchos motivos para llegar al hartazgo pero de buscar Justicia no vamos a hartarnos porque sabemos que la corrupción es la enfermedad terminal para la Democracia; por todo esto y simplemente por esto, convocamos a la ciudadanía a manifestar todos juntos, sin banderas ni pancartas, el apoyo a los Jueces y Fiscales valerosos y nuestros deseos de vivir en paz, con la dignidad que merecemos.
Por José Manubens Calvet. Presidente de CARTEZ