En los primeros meses del año, los datos oficiales mostraron que comenzó a revertirse la tendencia negativa en materia de importaciones de fertilizantes.
En el acumulado de enero y febrero, se importaron 160.000 toneladas de urea y 32.000 toneladas de fosfato monoamónico (MAP), un volumen récord según calcularon desde la Consultora AZ Group.
Un dato a tener en cuenta es que tanto 2022 como 2023 fueron años con bajas compras en relación a los promedios históricos.
En el caso de la urea y a semanas de comenzar la campaña fina 2024/25, las importaciones de enero y febrero fueron superiores a los mismos meses de los dos últimos años.
LOS DATOS DE LOS FERTILIZANTES
De acuerdo al informe, el precio para retirar urea del puerto alcanza los U$S 640 por tonelada, mientras que la paridad teórica de importación asciende a U$S 601.
“La relativa fluidez de la mercadería en el marco local permite que los precios rápidamente tiendan a los valores de paridad. Así, sobre el primer trimestre del año, se fueron desdibujando las fuertes distorsiones de precios en el mercado interno”, explicó Jeremías Battistoni, de AZ Group.
En el caso del MAP -al igual que la urea– el especialista explicó que los retrasos del sector importador que se registraron en 2023 generan presión en los primeros meses de este año. Su precio en puerto asciende a U$S 920, con una paridad teórica de importación estimada en U$S 984.
Caputo anunció medidas para “favorecer al agro”: rebajan aranceles para importar herbicidas
“Las subas en los precios de referencia internacionales y la continuidad de los impuestos de internación en el mercado local podrían acarrear subas”, advirtió.
CONSUMO DE FERTILIZANTES
La Asociación Civil Fertilizar publicó recientemente los datos de consumo de fertilizantes a nivel nacional. Un primer punto que surge de estos números es que la tendencia creciente en el consumo -que comenzó en 2016- alcanzó su máximo en 2021, con unas 5,7 millones de toneladas.
El año pasado cerró muy por debajo de ese volumen, con 4,6 millones de toneladas y la tendencia a la baja en el consumo responde a dos campañas complejas.
“En 2022 estuvieron afectados por el impacto de las restricciones hídricas y en 2023 fue un inicio complejo de campaña, tanto fina como gruesa, en relación con la perspectiva climática”, consideró Battistoni.
A los factores climáticos, se deben añadir las dificultades del sector importador, con una oferta intermitente de producto a lo largo del año. “A su vez, la suba de precios internacionales y las fuertes distorsiones en el mercado interno llevaron al precio local de fertilizantes a valores máximos”, concluyó- .