El ácido 2-4 dicloro-fenoxiácetico, más conocido como 2,4-D en el campo, es una herramienta clave para el control de malezas desde que comenzó la “revolución verde” a mediados del Siglo XX.
La expansión de la agricultura, que fue la base para el crecimiento poblacional global sustentado en las mejoras de la alimentación, no habría sido posible sin este herbicida que, sin embargo, con el paso de los años comenzó a ser cuestionado por viejas formulaciones que convertían a este noble activa en una herramienta con ciertos aspectos negativos a la hora de ser aplicado en áreas cercanas a cultivos sensibles.
Pero su relevancia es clave: el 2,4-D fue el segundo herbicida en usarse a nivel mundial de manera masiva (el primero fue el MCPA) y hasta hoy sigue siendo una pieza de gran importancia en los sistemas de manejo de malezas latifoliadas alrededor del mundo.
¿Sus ventajas? “Un perfil eco toxicológico muy favorable, una baja toxicidad en animales, rápida degradación tanto en suelo como agua, una relativa baja dosis de uso por hectárea, muy amplio espectro de control de malezas y un modo de acción complejo que hace de esta molécula, un herbicida muy robusto, con poca facilidad para generar especies resistentes al mismo”, enumera Matías Apestegui, Ingeniero Agrónomo para el Sistema Enlist Corteva Agriscience.
UNA SAL QUE ES UNA NUEVA REVOLUCIÓN
En este marco, gracias a los constantes avances científicos y tecnológicos, los sistemas de producción pueden ir constantemente adaptándose a los nuevos desafíos, como éste que impone el 2,4-D y todos los que involucran la necesidad de desarrollar tecnologías que permitan frenar el avance cada más grande de las malezas tolerantes y resistentes.
Sobre ello tomó nota Corteva Agriscience, que en 2009 comenzó con los ensayos en Argentina del Sistema Enlist para el control de malezas, apoyado sobre tres pilares fundamentales:
- Eventos biotecnológicos en los principales cultivos, maíz y soja, que les otorgan tolerancia a activos que permiten controlar o manejar malezas difíciles.
- Una nueva formulación de 2,4-D que acompaña al sistema, Enlist Colex-D, que se lanzó al mercado inicialmente en 2016 y que mejora en prácticamente todos los aspectos a formulaciones previas de la molécula.
- Las recomendaciones de uso de estas nuevas herramientas en conjunción con las tecnologías previamente disponibles, para maximizar los beneficios tanto en eficacia de control de malezas, seguridad en las pulverizaciones y sustentabilidad del sistema de producción como un todo.
Según Apestegui, “si hacemos foco en la segunda pata o pilar del Sistema Enlist, se pueden enumerar enormes avances en lo que respecta a tecnología de formulación. Enlist Colex-D está compuesto a base de una sal nunca antes comercializada en otros productos, la sal colina de 2,4-D. La cual, en conjunto con el paquete de coayuvantes y coformulantes adicionados, conforman lo que se conoce como tecnología Colex-D”.
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LAS CUATRO VENTAJAS DE COLEX
El técnico de Corteva Agriscience amplió que esta tecnología de formulación brinda cuatro enormes ventajas si se comparamos contra todas las demás.
- Disminuye drásticamente la formación de gotas finas al pulverizarse; y por lo tanto hace que los riegos de deriva mediante arrastre de gotas por el viento disminuyan de manera importante. “La potencia de la tecnología es tal, que si se la combina con las boquillas de inducción de aire recomendadas, se puede reducir la deriva o movimiento de gotas finas en un 90% a 30 metros de distancia viento abajo”, menciona Apestegui.
- Es una ventaja “sumamente” diferencial: el activo formulado con esta tecnología es prácticamente no volátil. Por lo tanto, se elimina el riesgo de que una vez correctamente pulverizado el producto, luego este pase a fase gaseosa y se mueva fuera del lote dañando otros cultivos.
- Este tercer atributo está dado por los procesos de altos estándares utilizados al formular Enlist Colex-D, lo cual hace que este carezca el olor típico a viejas formulaciones en base a 2,4-D.
- Es el único producto registrado y aprobado a base de 2,4-D para ser utilizado sobre cultivos Enlist, ya sea maíz o soja, con la completa seguridad de ser totalmente selectivo para los mismos.
“Desde hace más de 12 años Corteva agriscience trabaja con esta formulación sobre cultivos Enlist en Argentina y puede validar su total seguridad para los mismos, como así también la reducción de riesgo para los cultivos sensibles cercanos”, resume Apestegui.