Una empresa argentina se prepara para marcar un hito a nivel mundial en materia de sustentabilidad: se transformará en una de las primeras en producir papa con huella de carbono certificada.
Se trata de una iniciativa desarrollada por la compañía El Parque Papas, que tiene su establecimiento productivo en la localidad de Nicanor Otamendi, en el sudeste bonaerense, y que fue dada a conocer este martes por la firma proveedora de fertilizantes Yara, que participa de este proyecto a través de un acuerdo de colaboración rubricado con la empresa mencionada.
Se trata de una iniciativa para “descarbonizar” la cadena de valor de la papa, con el fin de concentrar esfuerzos en la obtención y certificación de una producción sustentable de la hortaliza, algo que aún no existe en ningún otro lugar del mundo.
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Al respecto, la importancia internacional de este proyecto quedó reflejada en la visita del embajador noruego en Argentina, Halvor Saetre, a las instalaciones de El Parque Papas, con el fin de interiorizarse en detalle sobre el proceso de producción, almacenamiento y cuidado poscosecha del cultivo.
“Reducir el impacto ambiental y promover prácticas sostenibles es un objetivo ambicioso, especialmente si se considera que estamos trabajando para llevarlo a diferentes cultivos. Desde la fertilización podemos aportar el conocimiento, la experiencia y la tecnología disponible para ofrecer alimentos de mejor calidad y producidos con un menor impacto ambiental”, señaló Margarita González, Directora Regional de Yara.
PAPA CON MENOS HUELLA DE CARBONO
En este marco, la alianza entre Yara y El Parque Papas incluye toda una serie de aspectos que van desde la provisión de insumos hasta el próximo hito a lograr: la certificación de la huella de carbono en lotes productivos de la firma.
Para esto, contarán con el soporte de la plataforma Puma, que les permitirá calcular las emisiones de dióxido de carbono a nivel de lote.
En este sentido, Martin Scully, gerente de innovación de Yara, agregó: “Este paso refuerza nuestra determinación por lograr la descarbonización en los cultivos agrícolas, ya que la certificación es una práctica que muy pocas empresas realizan”.
“Si bien medir la huella de carbono es algo que algunas empresas de punta están empezando a hacer, la certificación es ir un paso más allá, que muestra el nivel de compromiso que sentimos por darle un impulso significativo a la sostenibilidad en la agricultura y así construir un futuro alimentario positivo para la naturaleza”, afirmó.