El Senado de Mendoza aprobó recientemente modificaciones fundamentales a la Ley 9.302, que regula el cultivo, la producción y la comercialización del cannabis con fines medicinales, terapéuticos e industriales.
La iniciativa, impulsada por el Ejecutivo provincial, busca alinear la normativa local con los avances nacionales y abrir el juego a una nueva matriz productiva que podría posicionar a Mendoza como referente en la región.
El nuevo marco legal habilita el uso del cáñamo para aplicaciones industriales —como materiales de construcción, textiles y cosméticos—, agiliza los procesos de habilitación para productores y facilita el ingreso de inversiones privadas bajo supervisión estatal.
EL CANNABIS, UNA OPORTUNIDAD AGRÍCOLA
Desde el sector agroindustrial mendocinos afirman que las expectativas son altas, debido a que Mendoza cuenta con condiciones agroecológicas óptimas para el desarrollo de cultivos de cáñamo: clima seco, gran amplitud térmica y capacidad tecnológica instalada.
Además, posee una red de profesionales con experiencia en cultivos de alto valor agregado.
La ingeniera agrónoma Agustina Cereda, quien expuso recientemente ante el Senado provincial, destacó el potencial productivo del cultivo: “La provincia reúne condiciones suficientes para posicionarse en la matriz productiva y comercial del cannabis, ya sea con finos medicinales o industriales”.
Cereda subrayó al respecto que la producción de cannabis “no se limita al paso del autocultivo a la industria farmacéutica”, sino que existen estadios intermedios con características de agricultura regional , donde los productos son artesanales, de alta calidad, y pueden compararse con los vinos de terroir en cuanto a su valoración organoléptica.
Bajo la mirada de Cereda, la ingeniería agronómica será central para garantizar estándares de calidad, trazabilidad y sostenibilidad.
“El perfil del ingeniero agrícola es el más adecuado para establecer circuitos de auditorías, fiscalización y control de calidad, aspectos fundamentales para esta industria”, remarcó.
También enfatizó que el agrónomo deberá intervenir en todas las etapas del proceso productivo: desde la selección genética y preparación del suelo, hasta la gestión de insumos y el cumplimiento de las normativas vigentes.
CIENCIA Y REGULACIONES EN EL CANNABIS
A priori, esta ley actualizada le permitirá a Mendoza integrarse de manera formal al esquema regulatorio nacional a través de la ARICCAME , el ente que regula el sector a nivel federal.
En paralelo, se espera que instituciones locales como el INTA, universidades y centros científicos profundicen sus líneas de investigación sobre cannabis medicinal y cáñamo industrial.
Desde el Ministerio de Producción de Mendoza celebraron la aprobación legislativa: “Estamos apostando a una economía emergente, con potencial para diversificar el agro, generar empleo calificado y exportar conocimiento”, señalaron.
Ahora, con la ley ya promulgada, la Provincia deberá avanzar con la reglamentación específica que detalle los requisitos para la obtención de licencias, los protocolos de fiscalización y los incentivos para proyectos productivos. Mientras tanto, desde el agro mendocino ya se preparan para sembrar una nueva oportunidad.