Un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) emitió un alerta por la presencia moderada de Delphacodes kuscheli, el insecto popularmente conocido como “chicharrita”, vector del virus responsable del Mal de Río Cuarto, una de las enfermedades de más difícil manejo en el maíz.
El estudio, que monitorea la evolución de la población a través de un modelo predictor, arrojó un probable nivel moderado de población en la zona de Río Cuarto y Adelia María, al 30 de noviembre próximo.
Estos relevamientos son llevados a cabo en el suroeste de Córdoba y norte de la provincia de La Pampa, donde el INTA busca revalidar un modelo predictor de la evolución de la población de esta plaga.
CARACTERÍSTICAS DEL MAL DE RÍO CUARTO
Vale recordar que el Mal de Río Cuarto es una enfermedad endémica del departamento de Río Cuarto (Córdoba), que es la mayor región productora de maíz del país.
Por sus características, este virus ocasiona importantes pérdidas productivas cuando es transmitido en los primeros estadios de crecimiento del cultivo.
El contagio ocurre habitualmente cuando las chicharritas migran desde avenas pastoreadas y en menor medida cereales de invierno y gramíneas silvestres, hacia el maíz que transita la etapa más susceptible a la infección (desde VE a V4).
En este marco, las poblaciones de chicharritas se incrementan considerablemente cuando el invierno es “benigno” y presenta una baja ocurrencia de días con precipitaciones, tal como ha ocurrido en la presente temporada.
Lo que hicieron los técnicos del INTA es desarrollar un modelo matemático predictor, alimentado con las temperaturas mínimas, máximas y las precipitaciones ocurridas en el invierno de cada una de las localidades de la zona de estudio, que pronostica la cantidad de adultos alados (macrópteros) al día 30 de noviembre.
En resumen, este modelo arrojó un probable nivel de población del vector, bajo para las localidades de Chaján, Santa Rosa, Huinca Renancó, Bulnes y General Pico; mientras que para las localidades de Adelia María y Río Cuarto, el nivel es moderado. Asimismo, cabe resaltar que no se identificaron niveles altos de presencia para ninguna de las localidades evaluadas.
“A la fecha se están realizando los estudios de infectividad en condiciones controladas de los vectores en cereales de invierno presentes a campo en cada una de las zonas de estudio”, cierra el informe.
RECOMENDACIONES DE MANEJO
- Evitar que los momentos de picos de población de vectores coincidan con los primeros 30 días del cultivo.
- Uso de híbridos de reconocida y probada tolerancia a la enfermedad. Actualmente existe una amplia oferta de híbridos tolerantes en distintos semilleros, que se puede observar aquí: http://inta.gob.ar/node/1135360
- Manejo adecuado del cultivo, evitando factores que resientan su normal desarrollo, ayudará a que las pérdidas sean menores ante la misma presión de inóculo. El estrés predispone al cultivo a mayores daños, provocados por una mala nutrición, déficit hídrico, aplicaciones de herbicidas en las primeras etapas, competencia con malezas, compactaciones superficiales, encharcamiento temporario, daños por granizo o insectos, etc. Además, el estrés retrasa el normal desarrollo incrementando la ventana de tiempo en que la planta es más susceptible.
- La aplicación de insecticidas sistémicos en la semilla para disminuir la presión de inóculo por menores picaduras del vector y mitigar en parte los daños, es una práctica usada en determinadas ocasiones dónde no es posible diferir la siembra a momentos menos riesgosos. Los resultados no son óptimos cuando la población de vectores infectivos es alta.