En una ciudad holandesa se colocaron plantas en los techos de las paradas de colectivo con el fin de ayudar a polinizadores como las abejas y mejorar la calidad del aire urbano.
La localidad de Utrecht cubrió más de 300 paradas con plantas de Sedum, que aportan un beneficio para el medio ambiente al contribuir con la biodiversidad y disminuir los niveles de dióxido de carbono en el área urbana.
La iniciativa vino de la empresa RBL Outdoor, que pudo transformar aproximadamente el 75% de las paradas de colectivo de la ciudad en un paraíso para las abejas y otros insectos. Aunque las plantas también tienen otros beneficios ambientales.
Por otro lado, en otras 96 paradas se instalaron paneles solares. La energía que generan alimenta a la pantalla digital que muestra información en la parada de colectivo.
El eje de esta ciudad pasó a ser la sostenibilidad y esto se puede ver reflejado en muchas medidas que se tomaron durante los últimos años.
La instalación de las plantas costó 1.300 euros, además de 300 euros anuales de mantenimiento, y tiene una vida útil de 20 años siempre y cuando tenga el mantenimiento correcto.