En el inicio de la segunda mitad del año, la faena de hembras sigue en niveles elevados, situación que por el momento no muestra signos de revertir la tendencia.
Por el contrario, hay factores que presionan para que se profundice esta tendencia. Por ejemplo, la decisión del Gobierno nacional de eliminar las retenciones a las exportaciones de carne bovina proveniente de la faena de vacas de cualquier categoría.
“El diferencial impositivo que comenzaría a gozar la exportación de carne de vaca, lejos de promover el crecimiento de la producción, estaría desprotegiendo nada menos que el corazón productivo, los vientres”, advirtieron desde el mercado ganadero de Rosario (Rosgan).
La entidad destacó que si bien la oferta de animales enviados a faena sigue una tendencia baja en comparación a 2023, la proporción de hembras que procesa al industria sigue siendo elevada.
De acuerdo a datos oficiales, en julio se faenaron 1,26 millones de cabezas, de las cuales un 49% fueron vientres.
Si bien este porcentaje muestra un ligero retroceso contra el 50% y 51% de los dos últimos meses, sigue arriba de los niveles considerados de equilibrio desde el mes de abril del año pasado.
“A pesar de haber iniciado el año sin las adversidades climáticas sufridas en 2023, seguimos extrayendo del stock un 6,2% del stock de vacas, uno de las tasas más altas de los últimos años”, consideraron.
FAENA DE HEMBRAS: QUÉ PUEDE PASAR CON MENOS RETENCIONES
En este contexto, los recientes anuncios oficiales respecto de la eliminación total de los derechos de exportación para la carne de vaca, contra una reducción parcial para el resto de las categorías, se puede configurar como una mala noticia al momento de generar condiciones para revertir este panorama.
Si bien luego de los anuncios el precio de la vaca volvió a mostrar subas en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), también hay que tener en cuenta el factor estacional: a esa plaza están llegando menos cabezas de esta categoría.
En julio, el precio de la vaca gorda en el MAG registró un aumento del 20%, alcanzando valores medios de $1.500 el kilo. En paralelo, la conserva de inferior calidad aumentó un 30% y superó la media de $1.000 por kilo vivo.
“Por el lado de la demanda claro está que, en adelante, también ingresamos en el período donde China, principal comprador de vacas, suele incrementar sus compras”, remarcaron desde el Rosgan.
A los factores internos, se suma la mayor presión compradora de China. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) para este año los asiáticos incrementarán sus importaciones de carne vacuna en 450.000 toneladas con respecto al último informe publicado por el organismo. De cumplirse estas proyecciones, llegarán a un volumen récord de 3,9 millones de toneladas.
“Si bien en julio se observó en promedio unos U$S 200 por tonelada de mejora en los precios pagados por los principales cortes, comparativamente contra los valores del año pasado siguen quedando ligeramente por detrás”, analizaron.
¿Cambio de tendencia? Los precios de la carne de exportación mejoraron en julio
En este contexto, la principal expectativa pasa por un segundo semeste que muestre un mayor fortalecimiento de los precios que paga China. La ecuación parece ir por ese lado, porque habrá menos oferta de vacas y una mayor presión compradora del gigante asiático.
“En este escenario, la quita de los derechos de exportación para las vacas debería verse reflejada en un mayor precio pagado al productor local”, remarcaron,
Y concluyeron: “No obstante, este punto también resulta incierto si ponderamos la fuerte competencia que seguirá ejerciendo nuestro vecino y principal proveedor mundial de carne, Brasil, para lograr colocar su abundante excedente exportable en lo que resta del año generando así una inquietante presión bajista sobre los precios”.