“Conforme avanza el año, la actividad de la industria frigorífica vacuna se mantiene estable”, al leer esta oración recordamos un párrafo de nuestro primer editorial, el de septiembre de 1999 que decía: Un sector que no crece en años es un sector que se achica.
Lamentablemente, estamos asistiendo a un espectáculo realmente deprimente. Porque no sólo no creció, sino que este sector se achicó entre los años 2006-2010, con una pérdida máxima de 12,4 millones de cabezas, de las cuales se recuperaron 3 millones en los últimos años. Desde 2013 el stock se mantiene en 51 millones, lo cual arroja una baja de 9 millones en relación a 2005. Asimismo, la producción de carne bajó a poco más de 2.5 millones de toneladas anuales. Es decir, nuestro sector se achica en faena, producción, exportaciones y consumo per cápita.
Pero también estamos convencidos de que a partir de diciembre próximo, conjuntamente con el cambio de política económica que se producirá con el nuevo gobierno, estos números comenzarán a mejorar sensiblemente. Pero lo que seguramente será más difícil de recuperar es la formalidad en el sector del consumo interno. Formalidad que se ha deteriorado a extremos nunca antes verificados.
Es con consentimiento de las autoridades nacionales que se ha producido el renacimiento de seudo-cooperativas de trabajo manejadas por algún/os empresario/s inescrupulosos, generando fraude impositivo, fraude sanitario, fraude laboral y previsional. Lo más grave es que con este esquema se pone en riesgo la salud de la población, dado que existen plantas frigoríficas que se deterioran día a día, sin explicarnos hoy cómo es posible que sigan operando normalmente.
De esta manera, el secretario Costa continúa con la política implementada por Moreno, y que se podría resumir en: “Supermercadismo y Saladita”. Lo que se debería traducir como: incentivo a la venta formal para los sectores medios y la venta informal (en negro) para los sectores de bajos recursos. Lo que no perciben los funcionarios es que cuando se relajan los controles impositivos de manera paralela se relajan los controles de peso de faena y sanitarios y, de esta manera, es como se pone en riesgo la salud de la población.
Además de todo esto, la industria exportadora continúa sin poder encontrar un mercado que le permita alcanzar una ecuación que evite las pérdidas cotidianas que implica mantenerse en actividad. Este subsector de nuestra industria no sólo no logra crecer, sino que se mantiene en actividad aún a pérdida, porque de esta manera el quebranto es menor que si cerrara sus puertas. La pregunta que deberían hacerse las autoridades es ¿podrán todas las fábricas exportadoras llegar hasta diciembre? El atraso cambiario, el mantenimiento de las retenciones y la revalorización del dólar frente a las diversas monedas dejan a los industriales argentinos sin posibilidades de vender a los diferentes mercados. Y la pregunta que nos hacemos nosotros es: ¿no será hora de que el Ministro de Economía mire a la economía real y elimine las retenciones a la carne? De hacerlo, seguramente evitará el cierre de nuevas fábricas.
En mayo se faenaron 1,032 millones de cabezas, es decir apenas 0,3% menos que en abril. En términos interanuales se observó una suba de 3,1%. En términos históricos, el nivel de actividad sectorial actual es bajo. La faena de mayo de 2015 se ubicó en el puesto 24º puesto de los últimos 36 mayos y resultó 7,2% menor a la faena promedio de los mayos de 1980 a 2014.
En el quinto mes del año continuó descendiendo la participación de las hembras en la faena total. Traspasó el límite inferior de la banda crítica considerada necesaria para sostener el nivel de existencias (43%) y se ubicó en 41,8%, es decir 2,7 puntos porcentuales por debajo del nivel correspondiente a mayo del año pasado.
Nuevamente, la retracción de la importancia relativa de las hembras en la faena total se debió a una caída de la matanza de hembras y a un crecimiento de la faena de machos. La de hembras disminuyó 3,2% en relación a mayo de 2014 y la de machos aumento 8,2% interanual.
En el acumulado de los primeros cinco meses del año se faenó un total de 5,104 millones de cabezas de ganado vacuno. Esto implicó una recuperación de 2,6% anual y el retorno al nivel de actividad alcanzado en los primeros cinco meses de 2013. Se enviaron a faena 127,2 mil cabezas más que en enero-mayo de 2014.
La combinación de una mayor faena y un aumento del peso promedio de la media res en gancho, permitieron producir 231 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) de carne vacuna en mayo de 2015. El avance interanual llegó a 4,1%, lo que implicó volcar al mercado 9 mil tn r/c/h más que en igual mes de 2014. El peso promedio de la res en gancho pasó de 222 kilogramos a 224 kilogramos (1,0% anual).
En lo que va del año se comercializaron 1,061 millones de tn r/c/h en el mercado interno, es decir 92,77% del total producido. El consumo per cápita de carne vacuna se ubicó en 59,5 kg/año, tomando el promedio móvil de los últimos doce meses. En relación a mayo de 2014 registró una caída de 3,6%.
En lo que respecta a las exportaciones, en enero-mayo de 2015 habrían totalizado 82.661 tn r/c/h, registrando un crecimiento de 25,5% interanual. La importancia relativa de las mismas en la producción total habría crecido de 6,03% en enero-mayo de 2014 hasta 7,23% en enero-mayo de 2015.
Los ingresos por ventas al exterior de carne vacuna fueron de 75,0 millones de dólares en abril (-14,8% anual) y de 308,5 millones de dólares en el primer cuatrimestre del año (8,6% anual). El crecimiento de los volúmenes exportados fue compensado de manera parcial por la disminución del precio unitario. Este último registró una caída de 30,0% anual en abril y de 20,1% en el acumulado del año, al ubicarse el promedio en 6.796 dólares por tn pp.
En los primeros cuatro meses de 2015 China se consolidó como principal destino de exportación. A este país se exportaron 12.782 tn pp (33,3% del total y +302,1% anual). Chile ocupó el segundo lugar, con compras por 8.490 tn pp (22,1% del total), que resultaron sólo 3,0% mayores a las de enero-abril de 2014. El tercer destino en importancia fue Israel, que compró 40,6% más en términos anuales, llegando a un total de 6.679 tn pp (17,4% del total). En cuarto lugar se ubicó Rusia, con 3.399 tn pp (8,8% del total; -7,4% anual). Luego se ubicaron Alemania y Brasil, con compras por 1.783 y 1.371 tn pp, respectivamente (4,6% del total y -3,0% anual, en el primer caso; 3,6% y 6,4% anual, en el segundo).
Los principales cortes exportados en el marco de la cuota Hilton fueron: bife angosto (37,7% del total), (22,9%), lomo (17,8%) y bife ancho (15,4%). En conjunto cubrieron 93,9% del total de los embarques Hilton certificados por el Senasa en enero-abril de 2015. Alemania se mantuvo como el principal país de ingreso a la UE (57,3% del total),
El precio de la hacienda en pie registró una suba de 2,2% entre abril y mayo del corriente año. Pero la recuperación señalada no alcanzó a compensar la caída de marzo y abril, de forma tal que se mantuvo 2,5% por debajo del máximo alcanzado en febrero pasado. Y en relación a un año atrás el precio promedio del animal en pie verificó un aumento de 16,7%.
Por su parte, el precio promedio de los principales cortes de carne vacuna en el mostrador moderó su ritmo de crecimiento durante el quinto mes del año. En relación a abril exhibió un aumento de 0,5% y en términos interanuales el alza fue de 22,0%.
Al contrastar con agosto de 2009, mes en que terminó el gran proceso de liquidación de vientres, el precio de la hacienda en pie acumuló una suba de 434,3%. Mientras que en agosto de 2009 se pagaron $ 2,8 por kilo vivo, en mayo de 2015 el promedio pagado fue de $ 14,981. Y el precio promedio de la carne vacuna pagado por el consumidor acumuló un aumento de 411,2%. De esta forma, el precio relativo carne vacuna/hacienda en pie todavía resulta 4,3% menor al vigente en agosto de 2009.
En lo que respecta a los valores unitarios de los cortes de carnes alternativas a la vacuna, en mayo tuvieron comportamientos dispares. El valor del pollo volvió a retroceder y fuerte en relación a abril (casi 5%), con lo cual en términos interanuales mostró un alza de apenas 2,4%. En cambio, el precio de los cortes porcinos experimentó un aumento promedio de 1,2% mensual y se ubicó 26,8% por encima del nivel correspondiente a mayo de 2014, liderando el proceso de alzas entre las proteínas de origen animal.
Por último, en lo que respecta al poder de compra del salario, en los últimos doce meses habría verificado una mejora en términos de carne vacuna y aviar, pero habría retrocedido con respecto a la carne porcina. Sin embargo, es importante resaltar que cuando se extiende el período de análisis surge que el salario medio perdió capacidad adquisitiva en relación al nivel general de precios (IPC Congreso) y, en particular, con relación a las carnes vacuna y porcina. Desde enero de 2013 hasta la actualidad el salario real disminuyó 3,8% en comparación con el nivel general de precios al consumidor, en tanto que retrocedió 4,4% la capacidad de compra de carne vacuna y 8,2% la de carne porcina.