Las aplicaciones de agroquímicos en las zonas periurbanas, aquellas linderas a las áreas urbanas, son un tema de discusión social y técnica. Desde lo técnico, hay solución para anular los riesgos que éstas pueden ocasionar en las áreas pobladas.
La Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) brindó algunas recomendaciones para hacer aplicaciones seguras.
Entre los elementos que permiten emplear correctas tecnologías de aplicación de fitosanitarios, se encuentran la regulación y registro de los productos ante la autoridad competente, cumplir con la legislación del lugar donde se los aplique y considerar factores tales como las condiciones ambientales.
Según el informe de Casafe, es condición indispensable usar gotas grandes (250 micrones) a muy grandes (mayor a 400 micrones) en estas áreas, ya que a mayor tamaño, menor es la probabilidad de que sean arrastrada por el viento y se generen derivas.
Uno de los factores que más afectan el tamaño y el movimiento son las condiciones ambientales existentes cuando se aplica un fitosanitario. Por eso, es clave monitorearlas permanentemente. Esas condiciones se establecen por los registros de temperatura, humedad relativa y -especialmente- la velocidad y dirección del viento
Otra tecnología clave para controlar las aplicaciones periurbanas son las cajas negras. Estos dispositivos son instalados en los equipos pulverizadores que tienen distintos sensores -GPS, estación meteorológica y caudalímetros, entre otros- y mediante una computadora incorporada, registran las distintas variables simultáneamente y construyen mapas de aplicación.
Queda claro que hay tecnología disponible para colaborar en la toma de decisiones. La tecnología debería mejorar la capacidad de adoptar buenas prácticas al planificar y ejecutar la aplicación de fitosanitarios.