El palán-palán o Nicotiana glauca es una planta autóctona del norte argentino y sur de Bolivia que pertenece al mismo género del tabaco común, responsable de al menos una decena de tipos de cáncer y de más de 8 millones de muertes anuales en el mundo.
Paradójicamente, científicas de Bahía Blanca están estudiando si compuestos extraídos del palán-palán (planta de tabaco) podrían exhibir propiedades antitumorales.
Lorena Milanesi, investigadora del Instituto de Ciencias Biológicas y Biomédicas del Sur (INBIOSUR), con sede en Bahía Blanca habló con la Agencia CyTA-Leloir y explicó que “nos interesa ahondar en esta línea de investigación con la esperanza de encontrar alguna molécula en la planta que sea capaz de afectar las capacidades de proliferación, invasión y metástasis de las células tumorales sin afectar a las células normales, como ocurre con la quimioterapia y otros tratamientos”.
En la medicina tradicional, el palán-palán se usa para aliviar procesos de inflamación, heridas y llagas. Y también se han extraído fitoestrógenos como alternativa “natural” al reemplazo con estrógenos después de la menopausia. Sin embargo, Milanesi y sus colegas del INBIOSUR, que depende de la Universidad Nacional del Sur (UNS) y del CONICET, identificaron compuestos de la planta que afectan a las células musculares y explicarían algunos efectos adversos de su consumo, tal como revelaron en la revista “Biological and Pharmaceutical Bulletin”.
Según la publicación de la Agencia CyTA-Leloir los científicos constataron en el laboratorio que el extracto de palán-palán y moléculas purificadas (ácido palmítico y escopoletina) inducía la expresión de genes que disparan el suicidio programado o “apoptosis” de ciertas células tumorales humanas, mientras que reducían la actividad de genes que prevenían esa autodestrucción.
De todas formas, las científicas explicaron que falta muchos años de investigación para poder confirmar el lugar de esta planta autóctona en los esquemas terapéuticos oncológicos.
Foto: Agencia CyTA-Leoir