En el año 1992 me encontraba en España estudiando biología molecular en la Universidad de Navarra. Me produjo profunda tristeza ver la brecha que se abre día a día entre esos países y los nuestros; esas naciones tan pequeñas y poderosas, frente a la nuestra, que, siendo infinitamente más rica, está tan empobrecida.
Una tarde, encontré un diario tirado y, curiosamente, lo levanté. Contenía una entrevista a la Madre Teresa de Calcuta, en la que le preguntaban qué era para ella la paz. Ella respondió:
El fruto del silencio es la oración,
El fruto de la oración es la fe,
El fruto de la fe es el amor,
El fruto del amor es el servicio,
Y el fruto del servicio es la paz.
La reflexión me encantó. Sabía que tenía que servir, lo que me faltaba saber era a quién y cómo. Al día siguiente me fui de España, pues me di cuenta de que estaba haciendo una especialidad del futuro, cuando en realidad soy hijo de un país que no tiene solucionado su pasado.
Regresé a Europa en el año 1992. Allí, el Papa exhortó a ocuparse de servir a los más pobres, a los más necesitados. La idea iba redondeándose.
De regreso a Mendoza organizamos un curso, e invitamos como disertante al profesor Fernando Monckeberg, de Chile, quien habló de la única debilidad mental que se puede prevenir, revertir, la única creada por el hombre, que es la debilidad mental del desnutrido.
En América latina hay un 50 % de familias en pobreza crítica y un 20 % de familias en pobreza absoluta. Este drama latinoamericano compromete a 60 M de niños. La Argentina tiene 4 M de infantes con necesidades básicas insatisfechas y Mendoza 65 mil.
El 4 de septiembre del ’93 fundamos CONIN Argentina (Cooperadora para la Nutrición Infantil), cuya misión es “quebrar la desnutrición infantil en la Argentina, comenzando por Mendoza, y luego extenderse al resto de América latina”.
En un terreno cedido por la Municipalidad de Las Heras, y con la ayuda de muchos particulares y empresas, levantamos y equipamos íntegramente el Primer Centro de Recuperación Nutricional de Lactantes Desnutridos de la Argentina, ubicado en una región urbano marginal, del distrito El Resguardo.
Su actividad está centrada en la atención integral y recuperación nutricional de niños de 0 a 3 años, con desnutrición primaria o secundaria. A su vez, se brindan actividades educativas y formativas a sus madres.
Simultáneamente, la Familia Arenas Civil nos cedió una casa en El Algarrobal (Las Heras). Allí hicimos un Centro de Prevención de la Desnutrición Infantil, en donde a través de distintos programas sociales, abordamos la problemática social que da origen a la extrema pobreza, cuyo resultado final es la desnutrición.
Luego vino CONIN Rivadavia (Mendoza), Paraguay (República de Paraguay), Córdoba, Tigre (Buenos Aires), Rosario (Santa Fe), Tucumán y Misiones. También vinieron numerosos premios y distinciones.
Asimismo, gracias a Coca-Cola Argentina, el Instituto Provincial de la Vivienda, la Municipalidad de Las Heras y muchas otras empresas y particulares, comenzamos la construcción del Primer Centro Modelo de Promoción Humana y Prevención de la Desnutrición Infantil, para seguir la tarea que estamos llevando a cabo en el Centro de El Algarrobal, sumando una escuela de oficios para dar salida laboral a jóvenes.
Yo quise hacer biología molecular, y estoy convencido de que Dios me condujo a que me dedicara a desnutrición y la extrema pobreza. Por Abel Albino
Especial para Infocampo
Presidente de la Fundación Conin Argentina