Transitando la primavera boreal, la nueva campaña comienza a palpitarse con mayor intensidad. El clima gana atención y la especulación en torno al área que será cubierta con maíz y soja se deja sentir en el mercado. Los excesos hídricos que padecen zonas productoras, llevan a estimar una ligera caída en la superficie del cereal y un posible traspaso a la oleaginosa, respecto a las proyecciones que se mantenían en febrero.
En las próximas jornadas, el foco permanecerá centrado en los nuevos números oficiales que aportará el USDA (en su reporte de intención de siembra del día 29/03), sobre los cuales los privados ya se han formado expectativas. Es posible que los precios se muestren sensibles, en caso de que se materialice una brecha significativa, entre lo informado y lo esperado.
La siembra de maíz intenta avanzar en zonas de EE.UU., en un contexto de inundaciones y anegamientos. Los nuevos pronósticos extendidos, para los meses de primavera no logran aportar un panorama alentador. Los excesos hídricos podrían extenderse en las principales zonas productoras, entre abril y mayo. Esta situación genera especulación en torno a la posibilidad de que no se logren concretar los planes de siembra, y parte del área pautada para el cereal sea destinada a la oleaginosa.
Ante este contexto, se mantiene expectativa ante la publicación de los nuevos números oficiales del USDA, de intención de siembra en EE.UU. Según sondeos a fuentes del mercado (realizados por Reuters), se estima que el organismo podría proyectar la superficie de maíz en 36,9 mill. has. Esto implicaría un recorte próximo al 1% respecto a los cálculos provisorios aportados en el Foro Anual de febrero. De esta forma, se anticipa que el USDA estaría revisando a la baja sus números, a la luz de los acontecimientos climáticos vigentes.
Como contracara, se espera un incremento de la superficie destinada a soja, respecto a las proyecciones mes pasado. De esta forma, el área sembrada podría ubicarse en 34,9 mill. has., registrando un avance mayor al 1% respecto a los números previstos en febrero.
Así, si bien los nuevos datos reafirmarían un panorama donde volvería a predominar la siembra de maíz sobre la de soja (a diferencia de lo ocurrido en el último ciclo), la evolución de las condiciones climáticas diluyen las perspectivas de que esta diferencia resulte demasiado marcada.
En suma, el clima gana particular relevancia y aparece como un elemento a seguir de cerca, que podría aportar mayor volatilidad a los precios en Chicago, en un contexto donde las negociaciones entre China y EE.UU. ya aportan una importante cuota de incertidumbre en el mercado.
* Por Lic. Ariel R. Tejera
Responsable de Análisis de Mercados
Grassi S.A.
www.grassisa.com.ar
