En este segundo semestre nos encontramos frente a datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) que exponen con frialdad que la pobreza en nuestro país alcanza al 32,2% de los argentinos. Frente a este triste escenario que nos muestra la realidad, el sector agropecuario hará un nuevo esfuerzo económico y social en el marco de la postergación de la prometida rebaja a las retenciones a la soja encuadrado dentro de un cronograma de reducción anual que será modificado por el Gobierno nacional.
Dentro de una realidad dolorosa donde millones de argentinos siguen por debajo de la línea de pobreza nuestro país precisa del compromiso de todos los actores de la economía nacional para que no sea solamente el campo el que le pongo el hombro a este triste panorama ya por todos conocido.
En este contexto productivo los reclamos de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) referidos a la grave situación que atraviesan los productores agropecuarios del NOA y el NEA fueron finalmente tenidos en cuenta. El Ejecutivo nacional que lanzó bajo el nombre del Fondo Nacional de Agroindustria (FONDAGRO) una serie de medidas destinadas a mejorar la competitividad, el capital de trabajo y la calidad sanitaria del sector rural y de las economías regionales, poniendo el foco en las provincias del Norte argentino, muchas veces olvidado y con problemas regionales propios como la lejanía de los puertos y el incremento de los costos básicos para producir.
En el desarrollo de esta revista detallamos que traen aparejados estos inconvenientes y que estrategias deberían implementarse para solucionarlos. Ahora ¿son estas medidas la solución a los grandes problemas que atraviesa el sector y que venimos exponiendo? Con claridad la respuesta es No. Las soluciones llegarán de la mano de una reforma integral y profunda del sistema impositivo nacional.
La Argentina con esta presión impositiva es inviable competitivamente para la producción agropecuaria en general. Y también se debe trabajar en la ejecución de las obras proyectadas dentro del llamado Plan Belgrano que apuesta al desarrollo productivo, social y de infraestructura diagramado para las diez provincias del Norte argentino. Otro desafío urgente es, como lo venimos impulsando desde CRA, que se generen espacios de diálogo institucionales sólidos con proyección al largo plazo, para integrar a las cadenas por producto, involucrando directamente al sector público y a todos los actores del ámbito privado. El debate fecundo es único camino posible en esta Argentina convulsionada.
La discusión fértil debe darse también en la proyección del futuro agroindustrial nacional y regional, donde, por ejemplo, la zona de la Patagonia debe estar especialmente tenida en cuenta dentro de un debate que ponga en eje cuál es su futuro productivo. También asoman otros temas urgentes como país en un mundo globalizado, como por ejemplo cuáles serán las estrategias que deben enfocarse en la integración con los demás países que conforman el bloque del Mercado Común del Sur (Mercosur) y los acercamientos que puedan darse en torno a la Alianza del Pacífico.