Los productores y empresarios de la industria porcina en California, en el sudoeste de Estados Unidos, perdieron una batalla legal.
La Corte local le dio respaldo a través de un reciente fallo a la Ley sancionada en 2018 a través de la cual se busca ampliar las libertades de movimiento para los cerdos criados en granjas.
Se trata de una normativa que exige a las granjas de producción que los animales puedan tener su propio espacio para tumbarse, pararse y dar una vuelta.
Así, el espacio de 24 pies obligatorio tampoco tendría lugar para la colocación de jaulas de gestación.
La normativa encontró rápidamente un rechazo entre la cadena, que adujo una incompatibilidad entre los costos de producción que generaría la puesta en marcha de la Ley y la rentabilidad necesaria para mantenerse en la actividad.
Además, la misma no solamente fija estas normativas de producción sino que las hace extensivas al consumo: prohíbe que la carne de cerdo que se consume en California provenga de cualquier Estado que incurra en prácticas contempladas como no deseadas.
FALLO DIVIDIDO
Los 9 jueces que tiene la Corte californiana emitieron un fallo que fue reñido, con una votación por 5 a 4 en favor del respaldo a la Ley.
La Ley había sido apelada por el Consejo Nacional de Productores de Carne de Cerdo, con sede en Iowa, y la Federación Estadounidense de la Oficina Agrícola.