Algunos analistas estadounidenses âsugerían la posibilidad de algún rebote en soja, luego del informe alcista del USDA, pero más lluvias para el fin de semana dejaron en el freezer las órdenes de compra, mientras que los fondos, silenciosamente, siguieron ampliando su posición vendida, ahora en 54.000 contratosâ, explicaron desde Roagro.
En el mercado local, resultó âllamativo el bajo movimiento de mercaderíaâ, agregó la consultora, para especificar que las entregas de soja corresponden principalmente a convenios de almacenaje pactados previamente y la exportación sabe que por debajo de los $500 a $510 la oferta desaparece por completoâ.
Paradójicamente, las sucesivas bajas externas van dejando fuera de competencia al poroto sudamericano: âla resistencia lograda en el precio local hace que nuestro producto vaya siendo, comparativamente, cada vez más caro. A la hora de elegir, la demanda internacional concentra su atención en la nueva cosecha americanaâ, consideró Javier Cabanellas, de Roagro.
âLa gente no vende, Chicago baja, acá se sostiene, las fábricas a media máquina: combinaciones explosivas para los márgenes de moliendaâ, sentenció el consultor.
En el caso del maíz, los analistas locales tienen una previsión optimista en cuanto al área implantada en la próxima campaña. âAunque es prematuro, ya se tiran números, ente 17 y 20 M de toneladas de producción, descontando que el clima acompañeâ.
En este contexto, desde Roagro calificaron de âveranitoâ a las cotizaciones locales del cereal, con negocios por $ 260 a la vista, con margen para mejoras.
Estos valores implican u$s 10 por arriba de la paridad histórica con Chicago a esta altura del año.
En soja, se cerraron contratos a $ 510, con descarga y, al igual que en maíz, el valor final dependía del lote.
El trigo, âperdido en la indiferenciaâ, cotizó a $320 a $345, según descarga y cobro, mientras que para diciembre se pautaron negocios a u$s 115 y hasta u$s 122 para julio próximo.
