Florencia, una joven de la localidad de Santa Rosa de Leales, Tucumán, encontró a un pequeño “gatito” indefenso en una cueva al lado de un río que pasa cerca de su casa, por lo que decidió adoptarlo y lo crió durante 3 meses donde se comportó como cualquier otro felino. Sin embargo en la primera visita al veterinario descubrió que se trataba de un puma yagouaroundi.
A medida que pasaron las semanas Florencia comenzó a notar que la fisionomía del felino cambiaba de manera inusual, haciéndole dudar si se trataba de un gato común.
Pero todo cambió cuando el pequeño felino se lastimó una de sus patas mientras jugaba y tuvieron que llevarlo al veterinario, donde el especialista inmediatamente se dio cuenta de que no era un simple gato.
Tito resultó ser un puma yagouaroundi, el segundo felino más grande del continente.
Por este motivo decidieron llamar a la Fundación Argentina de Rescate Animal (FARA) para que sea tratado por especialistas.
RECUPERACION DE UN FELINO EN TUCUMAN UN PUMA YAGUARUNDI DE TRES MESES!!El equipo de FARA recibió un llamado, y fue a…
Publicado por FARA Fundacion Argentina de Rescate Animal en Viernes, 15 de noviembre de 2019
“Afortunadamente ella nos llamó y nos entregó el animal porque se dio cuenta que no era apto para su casa”, declaró el presidente de la organización.
Tras examinarlo el veterinario aseguró que se encontraba en buenas condiciones, solo tenía una pequeña fisura en una de sus patas traseras.
Finalmente fue trasladado a la Reserva Horco Molle de Yerba Buena, un área protegida donde habitará con una hembra de su misma especie antes de volver a ser liberado en su hábitat natural.