La nueva norma indica que los predios con porcinos en explotación para cualquier fin deberán contar con las instalaciones necesarias y adecuadas que permitan el control permanente de los animales e instalarse solamente en las zonas permitidas. Toda autoridad profesional que detecte en los animales âsignos compatiblesâ con la enfermedad o tenga sospecha de su existencia âestá obligado a notificar en forma inmediata el hechoâ, advierte la resolución.
Los porcinos procedentes de un foco de triquinosis destinados a faena en frigoríficos podrán ser liberados al consumo humano sin cocción sólo con resultados de laboratorios que indiquen la ausencia de la enfermedad.
Si por cualquier causa no pudiesen someterse los porcinos al diagnóstico, la carne sólo podrá librarse al consumo humano previo termoprocesado a no menos de 80 grados. Por otra parte, el Senasa desarrollará las acciones de vigilancia epidemiológica para detectar casos de porcinos infectados de triquinosis.
La norma también prohíbe alimentar a los animales con sobrantes de comidas procedentes de aeropuertos, puertos y centros de salud, aunque autoriza las de restaurantes, hotelería y desechos de materia prima procedentes de fábricas elaboradoras de alimentos de origen animal.