Durante la última campaña de trigo, que se desarrolló con una seca marcada desde el mes de septiembre en adelante, con niveles lluvias muy por debajo de lo normal para el último trimestre de 2020, hubo una tecnología que aseguró, igualmente, aumentos de los rendimientos.
De esta forma, lo resumieron desde Generación HB4, el gen que tiene la tolerancia a la sequía y que demostró sus cualidades el ciclo pasado en tres regiones del país.
Para este desarrollo fue un año disruptivo, no solo porque pudo reconocerse su calidad técnico, sino también porque el Gobierno definió la aprobación de los trigos HB4.
Según los datos analizados y recabados en estas zonas, la producción de trigo con este gen se elevaron los rindes un 42% en ambientes de hasta 3 toneladas por hectárea, 11% en sitios entre 3 y 5 toneladas y 3% en los casos de más de 5 toneladas.
La ventaja técnica que aporta este desarrollo es que el gen activa mecanismos vegetales para que el trigo siga produciendo con menos recursos, una característica dada por la transferencia genética de los genes del girasol, que son los asociados a HB4.
En el sur de Córdoba, una de las zonas en las que se sembró esta genética, las diferencias en trigo se vieron claramente durante su desarrollo, algo similar a la que está pasando en soja en este momento de la campaña.
En una campaña caracterizada por una intensa sequía ☀️ #GeneraciónHB4 demostró todo su potencial 👉Conocé los resultados de la campaña de trigo 2020 🌾 pic.twitter.com/6QMarcAzKv
— Generación HB4 (@GeneracionHb4) February 23, 2021