Avanza la cosecha de maíz y soja, pero los productores ya ponen el ojo en la planificación de los cultivos de invierno. En la zona núcleo y sur bonaerense se está definiendo la siembra de trigo y de cebada y la primera práctica insoslayable es la aplicación de curasemillas.
“Es el factor clave en el arranque inicial para tener un cultivo sano desde el comienzo, una muestra de la importancia de hacer un manejo correcto desde la siembra hasta la cosecha”, destaca el técnico Matías Retamal (foto).
Entre los consejos importantes que brindó Retamal destaca que el curado eficiente de semillas es la mejor opción para controlar todas las manchas y el carbón. Asimismo agrega que es más estratégico que el tratamiento sea más próximo con respecto a la siembra y es fundamental también la calidad del tratamiento.
En este sentido, el técnico, que es gerente de Fungicidas y Tratamiento de Semillas de FMC Cono Sur, recomienda el uso de Rovral + Vincit, a razón de una dosis 100 centímetros cúbicos por cada producto cada 100 kilos de semillas.
Asegurada la calidad del curado, hay un stand de plantas sanas desde el primer momento. “Crece el poder germinativo y el vigor de las semillas contra aquellas que no están curadas. Disminuimos el riesgo de incidencia de enfermedades al mínimo o a valores muy bajos”, menciona.
Ensayos realizados por la empresa muestran que, sobre un stand teórico de 100 plantas, si las semillas fueron tratadas previamente, 97 germinarán de manera normal. En el caso de un lote sin tratamiento, la proporción es menor: 85 por ciento.
“Básicamente, en el primer caso no tenés mortandad de semillas y en el otro podemos estimar que tendremos 5 o 6 plantas afectadas que no nacerán”, analiza el técnico.