La Federación de Acopiadores advirtió que analiza iniciar acciones judiciales luego de enviar cinco cartas documento a autoridades del Ministerio de Agricultura de la Nación, Bioceres e Indear en contra del trigo transgénico.
La entidad responsabiliza al Gobierno y a las empresas responsables de desarrollar la tecnología por las “graves consecuencias que tendría para el país” la liberación de ese cultivo OGM.
En octubre, la cartera que conduce Luis Basterra lo aprobó en forma condicional, y ahí fue cuando la Federación envió las cartas documento a Marcelo Alós, secretario de Alimentos; Javier Preciado Patiño, subsecretario de Mercados Agropecuarios y Joaquín Manuel Serrano, presidente del Instituto Nacional de Semillas, todos pertenecientes al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Lo mismo hizo con Bioceres Semillas y el Instituto Biotecnológico de Rosario (INDEAR).
Ahora, avisó que acudirá a la Justicia para impugnar la Resolución.
A Alós, los acopiadores lo responsabilizan por “todos los perjuicios que esta decisión provocaría sobre el mercado nacional e internacional de trigo convencional, productos y subproductos derivados”.
A Serrano, le solicitaron que “exponga los fundamentos técnicos y científicos que han sido evaluados para autorizar esa superficie sembrada con el evento OGM (6.200 hectáreas), también las inspecciones para verificar las condiciones de bioseguridad en cada lote sembrado, el aislamiento, confinamiento, segregación y logística para evitar la contaminación con semillas de trigos convencionales, junto con el detalle de qué medidas y controles implementó para evitar la potencial deriva génica con trigo no GM y daños contaminantes en el mercado interno y externo de trigo”.
En tanto, a Preciado Patiño le pidieron que “ponga a disposición el detalle de los análisis técnicos y comerciales nacionales e internacionales que fundaron la aprobación condicional del trigo, que exponga quiénes han sido los especialistas del mercado triguero consultados y cuáles fueron sus argumentos para liberar el primer trigo transgénico del mundo”.
Por último, a Bioceres Semillas e INDEAR les advirtieron que “se los responsabiliza preventivamente, tanto en sede civil como eventualmente penal, por los daños y perjuicios irreversibles e irreparables que producirán insertando esa variedad de trigo genéticamente modificado que ya está en poder de los productores, acción con la que violan el deber obligatorio -expresado en el Art. 16 de la Constitución Nacional y los Art. 1.710 y 1716 y Conc. del Código Civil y Comercial de la Nación- de no dañar, ya que actúan a sabiendas del rechazo público de los mercados compradores”.
“Se ha liberado sin fundamentos técnicos adecuados y eficaces un evento que va en contra de lo requerido por los consumidores internos y externos de trigo y harinas, que exigen productos libres de transgénicos. Así lo demuestra la desaprobación clara de los principales compradores nucleados en Abitrigo de Brasil, quienes informaron que no solo no comprarán esa producción transgénica sino que tampoco adquirirán más trigo argentino”, sostienen los acopiadores.