El Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe analizó el resultado económico de la campaña de trigo 2017-2018, en el centro norte de la provincia de Santa Fe. Los rendimientos obtenidos fueron muy dispares entre los departamentos del norte y los del sur de la región, como San Martín y San Jerónimo, y también menores a los de la campaña anterior.
En los doce departamentos del centro-norte santafesino, se sembraron con trigo 309.000 hectáreas de las cuales fueron cosechadas 308.750, mientras en la campaña pasada se habían sembrado 268.500 hectáreas y cosechado 266.000, lo que representa un incremento del 15,1 y 16,1% respectivamente. Además, en esta campaña se contó en general con una mayor utilización de tecnología aplicada al cereal.
Sin embargo, la producción tuvo un alza de apenas el 0,6% respecto a la campaña 2016/17, llegando hasta las 923.034 toneladas. Esto fue a raíz de los menores rendimientos obtenidos, que promediaron los 29,9 quintales por hectárea con respecto a los 34,5 del ciclo anterior.
Entre los principales factores que generaron esta disminución se encuentran los problemas de humedad y ataques de fusariosis en el desarrollo del cultivo, que afectaron los rendimientos y la calidad del cereal, los cuales fueron mas intensos hacia el norte del área de estudio evidenciandose en los rindes.
En cuanto al aspecto economico, a pesar de que el precio promedio de la tonelada de trigo en cosecha fue 7,5% superior al valor de la campaña anterior, los margenes brutos fueron negativos en algunas areas. En ese sentido, el CES analiza lo ocurrido en el departamento San Justo, con un rendimiento promedio de 27 qq/Ha, y en el departamento General Obligado con rinde promedio de 15 qq/Ha, siempre analizando el resultado en campo propio. Encontrando que el resultado económico para el productor ha sido dispar.
Los resultados obtenidos fueron de U$S 33,1 por hectárea en San Justo, mientras que en General Obligado se registraron en promedio pérdidas de U$S 8,4 por cada hectárea destinada al cereal. En ese cálculo, no están incorporados los impuestos que el productor debe pagar al Estado, sea éste nacional, provincial o municipal.
Al respecto, el CES recuerda el informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), que consignó que la participación del Estado en la renta agrícola del trigo alcanzó a finales de 2017, el 66.9%, siendo el segundo cultivo que más carga fiscal sufre, después de la soja.
