La siembra de trigo ya abarca más de la mitad del área proyectada a nivel nacional, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con fuertes restricciones relacionadas a la falta de lluvias.
Para la campaña actual, no sólo que la superficie a implantar será menor que en el ciclo pasado, sino que además las labores vienen a ritmo más lento, debido a los perfiles poco recargados.
Esta situación se siente fundamentalmente en el norte del país, el oeste del área agrícola argentina y en la provincia de Córdoba, mientras que en la zona núcleo es en donde se advierten los retrasos. Las buenas noticias llegan desde el sudeste bonaerense, que es la zona más triguera.
En ese contexto, es clave entonces darles a los cultivos las mejores herramientas para que puedan tener una implantación exitosa. Por eso, teniendo en cuenta que aún restan por implantarse más de 2,4 millones de hectáreas, el tratamiento de semillas se vuelve una estrategia fundamental.
TRATAMIENTOS PREVENTIVOS
Una adecuada implantación del cultivo es esencial porque es el primer paso que determina el rinde a cosecha. “Si tengo una mala implantación, lo más probable es que no tenga los resultados esperados”, explica la Ing. Agr. Ayelén Gago, Jefa de Productos de Fungicidas, Tratamientos de Semillas y Biológicos de Summit Agro.
La variedad que se sembrará, la sanidad del lote de semillas, el cultivo predecesor son algunos de los aspectos para tener en cuenta a la hora de elegir los terápicos de semilla, tanto fungicidas como insecticidas.
En enfermedades, las que cobran especial relevancia son aquellas cuya principal vía de transmisión la constituye las semillas infectadas, siendo fusarium, carbones y mancha amarilla las más importantes.
Contra estas adversidades, Summit Agro recomienda el uso de Sumieight-MT, un curasemilla formulado como suspensión concentrada en base a un Triazol (Diniconazole-M 3,2%) y un Benzimidazol (Metil Tiofanato 40%), que se puede aplicar desde seis meses antes de la siembra hasta el mismo día en que se realizará la implantación. “Presenta excelente control para carbones y fusarium, y control parcial para mancha amarilla”, afirma Gago.
En cuanto a los insectos, los principales que afectan al cereal de invierno son el complejo de gusanos blancos, gusanos “alambres” y algunos aéreos que pueden presentarse en los primeros estadios de desarrollo, como el pulgón verde de los cereales y el gorgojo de los cereales.
Para las plagas, Summit Agro incorporó esta campaña a su porfolio Yasai, un curasemilla insecticida que actúa por contacto e ingestión. Yasai controla de manera excelente las pagas mencionadas y además no afecta el poder germinativo de la semilla.
“Un aspecto adicional para destacar es que ambos productos son sistémicos y poseen persistencia: al ser absorbidos por las semillas cuando germinan, no solo protegen a la semilla en sí, sino también a los estadios iniciales del cultivo”, añade Gago.