Todavía faltan más de 2 meses y medio para comenzar con la siembra nueva de Trigo para la campaña 15/16. Esto aparentemente no tendría nada de especial, pero en este año si. La respuesta es bastante obvia: La cosecha de este cereal como la de varios cultivos que se sembrarán durante este año se realizará con un nuevo Gobierno electo, y la venta de esta producción será seguramente con condiciones “dependiendo quien resulte ganador” diferentes.
Los productores y el mercado agroindustrial en general estará mirando, no solamente los precios de este commoditie en Chicago y en el mercado local, sino también, lo que dirán los principales candidatos a la presidencia de nuestros país. Todos sabemos “y es bueno transmitirlo de una manera directa, precisa y concreta” los problemas que arrastran la normal siembra y comercialización de este cereal desde hace más de 9 años. Los productores dudan siempre en sembrar Trigo en las principales zonas núcleos (SE y SO de Buenos Aires), porque no saben si se encontrarán con condiciones adecuadas para poder comercializar su producción luego de cosechar. Sobran datos para mostrar respecto a la cantidad de oportunidades que perdió la Argentina durante estos 12 años de “intervención de los mercados”, la existencia de Derechos de Exportación (retenciones), ROEs, Cupos, etc. casi lo marcan. Teniendo Trigo para exportar no pudimos hacerlo cuando por ejemplo México tuvo su crisis de alimentos hace ya 4-5 años; tampoco lo hicimos cuando Rusia (hoy el principal y mejor productor de Trigo del mundo, junto con Ucrania) tuvo su peor sequía y perdió el 60% de sus cosecha hace también 4 años. Más grave aún es el caso de Brasil. Este país era comprador “natural” de la Argentina durante 30 años, y en los últimos 10 siempre tuvimos problemas para venderles en forma normal. Tan es así que hoy Brasil ya produce Trigo de excelente calidad (con genética argentina) y le compra lo que le falta a países como Rusia, Canadá, Francia, en lugar de comprarnos a nosotros.
Esto seguramente ya me lo habrán escuchado decir muchas veces pero parece increíble como dejamos escapar oportunidades, mercados. Hoy en la Argentina tenemos uno de los 2 precios de kilo de pan más caros del mundo, y cuando hacemos el promedio país, el más caro. Tiene sentido? No fuimos el “granero del mundo”? Éramos cuando hace más de 100 años sembrábamos más del doble de hectáreas que ahora. Se puede cambiar esto? Obviamente que sí: Es simplemente tener la decisión política de hacerlo. Lo hará este Gobierno en estos dos meses antes de la comience la siembre de Trigo? Ocurrirá ese “milagro”? Lo dudo. La pregunta que me surge es, porqué lo harían ahora, sino lo hicieron en los últimos 11 años? Y si ponen alguna medida “que parezca favorable”? parecerá algo “con sentido electoralista” más que pensando en apoyar a un sector, al cual siempre castigaron.
Ya no hay producción en el sector que sea rentable en el país. Pensando solo en cultivos extensivos, según un estudio presentado por FADA, la participación del Estado en la renta agrícola también refleja la pérdida de rentabilidad. Para este mes de Marzo alcanza el 88,6%, por conceptos de derechos de exportación, impuestos nacionales, impuestos provinciales y costos de intervención. Es decir, de cada $100 de renta que genera una hectárea promedio en Argentina “ponderando la participación de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol” $88,60 se los lleva el Estado o los reasigna con sus políticas. Los costos de intervención del Estado en Maíz y Trigo (tomando datos de hace unos días), el Maíz cotizaba al 89% y el Trigo al 63% de sus precios teóricos. Este costo de intervención, sumado al hecho de que la rentabilidad de estos cultivos ya era reducida, determina que la participación del Estado en una hectárea media de Maíz sea del 121,3% de la renta y en el caso del Trigo alcance el 199%. Hace falta escribir más? Les pido a las autoridades correspondientes, que si piensan anunciar alguna medida “para aumentar o motivar la siembra de Trigo” a los productores “para que se den una idea, si no hubiera las restricciones actuales (derechos de exportación, ROES, cupos, etc.) se sembrarían como mínimo 1,5 millones de hectáreas más de Trigo en esta campaña 15/16”, analicen en serio los números. Sino, mejor no anunciar ni hacer nada, y todos estarán/estaremos esperando ver qué pasa en este año electoral, escuchando atentamente a los candidatos sobre qué dirán, que harán, como lo harán; creo que con esperanza, para ver si lo que se coseche se puede comercializar con escenarios y reglas más claras, con normalidad, y obviamente sin derechos de exportación, ROEs, Cupos, vendiendo libremente a los países que nos quieren comprar, etc. Ojalá… esperaremos.
Por Leonardo J. Sarquís
Director General de Confiagro