La humanidad entera creé que hay que cambiar el mundo. Cada cual con sus razones y motivos, pero no nos cansamos de ver las diferencias y las desigualdades. Lamentablemente no todos tienen el coraje para emprender ese camino, esa ruta que implica “hacer algo”, y no quedarse de brazos cruzados esperando soluciones mágicas.
Es así como nació Fundación Dignamente, creada por tres profesionales del agro que decidieron renunciar a sus trabajos y dedicarse de lleno a achicar las brechas sociales con dos de las herramientas más importantes que nos da la vida, los alimentos y el trabajo.
Sol, ingeniera agrónoma; Heriberto contador público – administrador agropecuario; y Marcos técnico horticultor son amigos desde la juventud, relacionados con el mundo agropecuario desde sus profesiones y en el año 2017 se preguntaron: ¿Cómo puede haber hambre en la Argentina con todo lo que podemos producir?
La respuesta para empezar a erradicarlo estaba en la misma pregunta: podemos producir.
A partir de allí comenzaron a aportar sus conocimientos para erradicar la desnutrición infantil y el hambre en Argentina a través de la Fundación Dignamente, una organización que crearon para tal fin.
El primer programa que crearon se llama #CultivemosTrabajo que es la formación de un “Clúster Hortícola” que integra a familias en estado de indigencia para salir de su flagelo. El clúster produce alimentos y los coloca en el mercado hortícola, generando recursos económicos para sus integrantes que les permiten garantizar la alimentación de sus hogares.
“No alcanzan los cambios, necesitamos transformaciones de raíz: Cultivemos Trabajo transforma, nuestros resultados demuestran que es posible erradicar el hambre y la desnutrición, porque florece lo más preciado del ser humano sufriente, su dignidad, descubre que puede crear, producir, fabricar para salir adelante: es independiente”, destaca con convicción Heriberto Roccia, director ejecutivo de Fundación Dignamente.
Cada clúster es liderado por 5 especialistas de las áreas de agronomía, nutrición, comercialización y trabajo social quienes guían las interacciones de los productores para incrementar su productividad, competitividad, la capacidad para innovar y reducir costos, como así también adquirir nuevos hábitos alimentarios y una fuerte promoción de una cultura de trabajo.
“El clúster es un valor compartido, donde los integrantes generan valor económico y además valor para la sociedad al abordar sus necesidades y retos, generando el fortalecimiento socio-económico y productivo de la zona que permite revitalizar la economía regional. Aquí el valor de las alianzas institucionales es trascendental como lo hacemos con empresarios CREA, el INTA, entre otros” comenta Marcos, coordinador del Programa.
Además,la Fundación ha logrado recuperar a más de 200 niños en estado de desnutrición con su programa médico “Nutrir la Infancia” y paralelamente 250 familias generan ingresos genuinos mediante el programa “Cultivemos Trabajo” que transforma el hogar en productor y le permite garantizar su seguridad alimentaria. “Cada hogar tiene una fecha de ingreso y egreso en nuestros programas. Durante el tiempo de permanencia ha adquirido la autonomía suficiente para hacer frente a su realidad. Cada hogar es acompañado por un miembro de Dignamente que está a la par para favorecer su autonomía y confianza” destaca María Soledad Scheurer, directora de los Centros de Nutrición.
#CultivemosTrabajo hoy tiene un desafío: sumar personas y empresas que compartan esta visión de país con personas independientes y sean parte para ayudar a financiar el trabajo de los especialistas en la iniciación de nuevos clústeres, hasta el momento que cada integrante aporte su cuota de asistencia técnica para garantizar la sustentabilidad del mismo.