“Es un problema muy espinoso”, expuso Alfredo Narduzzi, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Rurales del Chaco y Formosa, sobre la situación de los cosecheros de algodón, que siguen sin poner en orden sus contratos de trabajo. “Lamentablemente, hay una realidad que es que el trabajador cosechero es un trabajador en negro y otra realidad, que es un trabajador que si antes era golondrina ahora es mucho más golondrina porque el sector trabaja diferente”. En este sentido, explicó que se ha conformado un sector de “transportistas” que levantan cosecheros de las periferias de los pueblos y de algunas zonas rurales, los llevan hasta los establecimientos que están en cosecha y les cobran como un servicio de taxi. “Ese cosechero llega hoy a tu campo, trabaja hoy, si le gusta puede seguir 2 o 3 días y si no se retira hoy mismo, pero antes de volver cobra en efectivo”, explicó Narduzzi. “Toda esa movilidad hace que sea muy difícil un blanqueo de capital”, agregó, “la alta temprana y todo eso no funciona porque hoy tengo 50 cosecheros que son “x” 50 y mañana puedo tener 70 o 20 que son otros diferentes, entonces eso no ayuda al blanqueo”. Por otro lado, consideró que los altos costos enfatizan la dificultad de blanqueo de trabajadores.
Con respecto a los convenios provinciales, expuso que todavía no ha sido definido el convenio para el Chaco. “El año pasado eran $ 247 a los cuales el productor tendría que haber hecho todos los depósitos y aportes aparte”. Informó que, este año, los representantes de trabajadores solicitaron $ 300 mientras que el sector pretende mantener el convenio del año pasado dado que los insumos subieron y el valor de la producción bajó.