Uno de los socios estratégicos de YPF Agro en la zona sur de Entre Ríos, más exactamente en Gualeguay, está ligado a la producción de maíz. Y no un maíz convencional, sino que se trata de un producto cargado de información y trabajo al servicio de cada lote.
La firma Gualeguay Cereales es una de las tantas distribuidoras de YPF Agro, y además brinda la posibilidad de que los productores conozcan de primera mano el servicio SUMMA YPF. Pero además de todo, fueron los protagonistas de un nuevo episodio de “Recorriendo YPF Agro”, el docu reality que cuenta la historia de los distribuidores de la marca y sus clientes.
Se trata de un servicio integral de agricultura de precisión, que comienza con un diagnóstico de cada ambiente dentro del lote del productor, lo cual permite indicar la necesidad nutricional exacta dentro de ese lote, para luego poder ofrecer la mezcla de nutrientes apropiada a esa necesidad y finalmente se ofrece el servicio de aplicación con máquinas de dosificación variable.
“Desde Gualeguay Cereales queremos desarrollar, junto con YPF Agro, un proyecto potente sobre todo en alimentos y energía, que es lo que el mundo va a requerir a futuro. La función que tenemos nosotros es brindarle al productor todos los productos y servicios en la puerta de su campo y estar a disposición de ellos para lo que necesiten”, aseguró Leandro Martegani, dueño de la firma.
EL MAÍZ, EL ABANDERADO
El establecimiento La Célica es uno de los tantos clientes a los cuales Gualeguay Cereales provee los insumos y los servicios de YPF Agro. “El cultivo principal para nosotros, acá en esta zona, es el maíz”, cuenta su dueño, Adalberto Borro.
Como parte de su estrategia de producción, el productor está utilizando SUMMA, el sistema de nutrición integral para cultivos desarrollado por YPF Agro, que cuenta con la participación de la empresa de agricultura de precisión Clarion.
“Con la variabilidad ambiental que tenemos en la zona, dentro de un lote inclusive, vemos que con esta herramienta se puede generar un gran impacto positivo en los rendimientos y utilizar los mismos insumos con mayor eficiencia”, fundamentó Tomás Wulfsohn, gerente comercial de Gualeguay Cereales.
Wulfsohn describió luego el manejo nutricional que se hizo sobre un lote de maíz en el establecimiento de su cliente.
“Fue una siembra de primera con el híbrido 799 VT3 PRO de Illinois. SUMMA YPF AGRO nos permitió hacer una radiografía de todo el lote, que nos facilitó ver, de manera muy detallada en grillas, cada porción del ambiente y las variables que impactan sobre él, como fertilidad, conductividad eléctrica y pH”, indicó.
Agregó que “esa información permite tener una especie de historia clínica del lote, a partir de la cual poder hacer una prescripción con una eficiencia altísima”, reconoció.
Al respecto, Agustín Pagani, gerente de Clarion, indicó que en ese lote puntual de maíz se hizo un “esfuerzo agronómico” para interpretar los patrones de variabilidad edáficos y topográficos, en el tipo de suelo y en la altimetría.
LOTE POR LOTE
“Se hizo un relevamiento con un sensor que va haciendo un mapeo del lote que se complementa con muestreos y análisis de suelo; fuimos muy intensivos a la hora de sacar muestras. La idea es lograr una fertilización bien selectiva en función de los nutrientes que necesita cada sector del lote”, puntualizó.
Pagani agregó que es mucho más eficiente hacer el diagnóstico por ambientes, en vez de usar el lote como una unidad agronómica. Se trata de poner en práctica una filosofía de producción que reconoce la heterogeneidad que le brinda un diagnóstico específico a cada sector.
“Lo que hacemos básicamente es entender cómo varía en el espacio la producción y para eso nos basamos en varios relevamientos, entre ellos medimos elevación a través de un GPS de alta precisión, cómo varía el tipo de suelo a través de una herramienta muy útil como la conductividad eléctrica aparente medida por la rastra Veris y usamos también imágenes satelitales para interpretar cómo los cultivos se comportan ante esa variabilidad en el tipo de suelo”, detalló Pagani.
El relevamiento a campo es bastante intensivo, con una muestra cada una hectárea y media. A partir de esa información se realizan las prescripciones de las dosis óptimas de nutrientes en función de la heterogeneidad en la fertilidad del lote.
LA IMPORTANCIA DE LA MAQUINARIA
Como parte de sus servicios, Gualeguay Cereales tiene una máquina fertilizadora neumática de última generación que permite incorporarle las prescripciones y aplicar los nutrientes de acuerdo a esa recomendación.
La máquina autopropulsada, que cuenta con una alta capacidad de trabajo gracias a su tolva de 5.500 litros, desarrolla una velocidad de hasta 20 kilómetros por hora, que le permite mantener su eficiencia y lograr una buena homogeneidad en la fertilización.
Además, tiene un gran despegue del botalón, por lo cual puede ingresar al lote en cualquier estadio del cultivo.
“Todo eso hace que sea una de las máquinas más precisas del mercado. Al final del proceso, con el monitor de la cosechadora medimos el rendimiento y de esa forma podemos corroborar el diferencial generado por utilizar esta tecnología de fertilización”, señaló Wulfsohn.
De esta manera, la complementariedad de un buen híbrido de Illinois más la nutrición integral que aporta el sistema SUMMA, le permite a este distribuidor de YPF Agro brindar un servicio de primer nivel, para que la agricultura de Entre Ríos siga creciendo, a pesar de las dificultades que afrontaron los productores últimamente.
Para Borro, el productor, estos avances productivos significan ganar no solo en mayor productividad, sino también en estabilidad, algo muy valorado por cualquier empresa agropecuaria que produce sometida a los vaivenes muchas veces rigurosos del clima. Se puede producir más y mejor. Para eso sirve una nutrición precisa de los cultivos.