Los desarreglos climáticos, y la consecuente falta de pasturas, hacen que la producción lechera se vea disminuida.
Por otro lado, cada vez vale menos el litro de leche, lo que agrava la difícil situación del sector.
Máximo Russ, Presidente de la Asociación Criadores Holando Argentino, expresó al respecto que la industria lechera atravesó hace algunos años una crisis bastante intensa. “Luego tuvimos un repique en el precio, pero en ese lapso perdimos aproximadamente 30% de producción y también en vacas; se eliminaron de la Argentina y se carnearon muchas vacas con genética de muchos años, se perdió una gran inversión. Tuvimos un periodo de buenos precios pero, lamentablemente, a mediados de este año, se cortó y sufrimos una baja bastante considerable”.
Russ se mostró desconcertado ante este hecho y comentó que el sector lechero no logra encontrar una explicación clara frente a la caída de precios pero que, según la industria, el problema recae en la demanda interna, que no crece debido al estancamiento salarial, y entonces no hay consumo, por lo cual los valores quedan parados.
“Los precios ya están establecidos para el ultimo bimestre”, dijo Russ, “no van a subir. Vamos a tener que aguantar hasta febrero. Si el clima es muy malo, en enero ya habrá faltante de leche y entonces el precio se va a tonificar un poco”.