La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (Ceea) se encuentra recorriendo las distintas zonas rurales del interior del país, tomado contacto regional y escuchando la voz de los productores, sus problemas, sus reclamos, su bronca y la necesidad de expresarla. Todos tenemos acumulados viejos reclamos, injusticias tributarias, trabas a la producción, ausencia de respuestas, discriminación, persecución ideológica, promesas incumplidas, anuncios que nunca se realizaron, obras públicas nunca hechas y un sinfín de razones más que hacen necesario decir basta.
Ese basta, ese cansancio agotador, esa pérdida de oportunidades, ese empobrecimiento económico, pero mucho más social, cultural y republicano, motiva el pedido de acciones que hagan pública la tremenda situación que atraviesa provincias, regiones, pueblos y producciones. Es ese el balance tentativo que van dejando las asambleas y ese, sin duda, será el devenir gremial de nuestros próximos días.
No podemos dejar pasar la muy mala impresión que generan los proyectos como el de “democratización” de la Justicia, que a simple lectura de los mismos muestra una popularización de la justicia, llevando a la transformación de su funcionamiento, la designación de sus integrantes, la constitución de mayorías, las limitaciones a las medidas cautelares y, en definitiva, la garantía de los ciudadanos de tener un poder judicial con jueces verdaderamente independiente.
El proyecto que viaja por las Cámaras a velocidades que excluyen cualquier análisis moderado y profundo sobre los mismos, transforma en elección popular la conformación del Consejo de Magistratura, excluyendo el método vigente de elección entre sus propios pares de abogados y representantes del poder judicial.
El sistema vigente permitía una elección encuadrada en las calidades profesionales y humanas de los candidatos, hecha por sus propios pares, con el pleno conocimiento del los mismos, ahora serán candidatos de los partidos políticos electos por el voto popular, generando sin duda una dependencia con el partido político que lo propuso.
Falta de respuestas a los problemas de todos los días, provincias mendigantes, federalismo perdido y ahora una justicia con nombre propio, muchas cosas graves para que los hombresde campo no nos pongamos de pié y hagamos sentir nuestra voz, antes que sea demasiado tarde.
Por Juan Carlos Goya. Vicepresidente de CRA