El estudio del ProHuerta, un programa conjunto entre Ministerio de Desarrollo Social y el INTA, fue llevado a cabo durante dos años por especialistas del instituto en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Esta cifra representa cuánto puede ahorrar una familia al producir sus propios alimentos con una huerta agroecológica.
“Bien manejadas, las huertas tienen un rinde bastante estable”, dijo Francisco Pescio, coordinador del ProHuerta en la región AMBA-Delta, quien precisó que se logró una productividad de 7,5 kilos de hortalizas por metro cuadrado. “Vimos día por día cuánto representaba esa cantidad en los costos de verdulería y nos dio un ahorro equivalente a unos 3.200 pesos por mes gracias a la huerta”, agregó.
Para hacer el cálculo, tuvieron en cuenta la variación estacional en el valor de las hortalizas y tomaron como base los precios mayoristas del Mercado Central de Buenos Aires ajustados a precio minorista, para asimilar los valores a las verdulerías. Sin embargo, las huertas que promueve el programa otorgan un valor diferencial a los productos debido a sus características agroecológicas.
De acuerdo con Pescio, el ahorro alcanzado es significativo, en particular, para el público objetivo del ProHuerta que se centra en familias en situación de vulnerabilidad, que a veces no pueden comprar verduras. Además, señaló el extensionista, los huerteros suelen compartir su cosecha con otros familiares y vecinos y, eventualmente, es posible que comercialicen los excedentes.
El estudio se realizó durante dos temporadas en dos años consecutivos, en una parcela del centro demostrativo del ProHuerta ubicado en el Hospital Italiano de San Justo, partido de La Matanza –Buenos Aires– y fue parte del trabajo de tesis de una estudiante de Agronomia de la UBA.
Para tabular los datos, el equipo consideró la producción estacional, con un pico importante en primavera-verano, explicado principalmente por tomates, zapallos y zapallitos. En el caso de la temporada otoño-invierno, las verduras de hoja tuvieron un gran protagonismo.
El trabajo concluyó que las huertas son productivas y valiosas, ya que permiten acceder a vitaminas de calidad y generar un ahorro valioso en las economías familiares.