Según los investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA, Elizabeth Jacobo y Adriana Rodríguez, hasta la actualidad, el manejo que han recibido los pastizales naturales es de pastoreo continuo, que es altamente selectivo, y produjo un deterioro del recurso forrajero inverno-primaveral, lo cual estacionó la producción al verano.
De esta manera, al desmalezar con glifosato en sucesivas campañas, se restringe la competencia de las especies de verano. Estas especies perdieron en promedio 10% de cobertura lo cual promovió a las invernales, en perjuicio de la productividad anual y la biodiversidad. Al mismo tiempo el herbicida provocó una disminución del banco de semillas de estas especies en un promedio de 600 semillas por metro cuadrado. Por lo tanto, se estacionó la oferta de forraje netamente al invierno, rejuveneciendo el pastizal con especies naturalizadas de valor forrajero como el rye grass (Lolium multiforum L.).
Mediante una tecnología de procesos se logra manipular a las especies estivales, respetando el compromiso planta-animal y maximizando la productividad ganadera y sin perjudicar la productividad vegetal anual.
El pastoreo continúo modificó la estructura del forraje natural. Al pastorear intensamente especies de fin de invierno y principio de primavera, disminuyeron los pastos dominantes que cedieron su lugar a pastos subordinados y a especies exóticas que incrementaron la producción de forraje estival.
La especie valiosa para los animales en esta zona es el raigrás y para promoverlo se recurrió a la aplicación glifosato como herramienta para liberar los lotes de manera anticipada y que las especies invernales exploraran ambientes de mayores recursos.
El pastoreo controlado y un diseño de acuerdo a objetivos de producción y al tipo de ambiente mantiene una producción forrajera más estable. Si el objetivo es optimizar la productividad invernal de la vegetación, las pautas de manejo serían una defoliación intensa con altas cargas al inicio de otoño que permitiría una mayor llegada de luz a la semilla. Luego pastoreos poco intensos a lo largo de la estación de crecimiento permiten acumular material muerto en superficie que genera sitios favorables para la implantación de la especie.
Los resultados de este manejo muestran una notable cobertura a fin del invierno, que debido al sombreo evita la aparición temprana de grupos de especies estivales rastreras. Al mismo tiempo permanece sin cambios el stand de pastos erectos de verano palatables. Los puntos más importantes son obtener una menor estacionalidad de la producción y distribución del forraje, aumentar la composición florística y la productividad anual. Con pautas adecuadas de manejo es posible aumentar la receptividad en los forrajes.