Los tambos argentinos produjeron en agosto 1.062 millones de litros de leche, lo que significa un 7,3% más que en julio y un 0,6% más que en el mismo mes del año pasado, según el informe mensual que elabora la Dirección Nacional de Lechería.
De esta manera, cortaron una racha negativa de dos meses con reducción interanual del ordeñe, tal como se puede observar en este gráfico elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
Este repunte tan leve solo permite confirmar el escenario complicado que atraviesan los tambos por la menor oferta de pasturas para alimentar a las vacas, a raíz de la seca.
“Evidentemente, los efectos de la importante sequía que afecta la mayoría de las cuencas lecheras y la incidencia de altos costos de producción (concentrados, entre otros insumos vinculados a la alimentación del rodeo) afectaron la producción en agosto de 2022”, subrayó el OCLA.
Sobre los costos, vale mencionar que la incidencia negativa puede ser mayor en el mes en curso, debido a la vigencia del “dólar soja” y su impacto en las dietas que suministran los tamberos.
ACUMULADO, CON INCERTIDUMBRE
De esta manera, en lo que va del año la producción de leche acumula un crecimiento del 0,7%, que está en línea con el 0,6% de expansión que proyectaron las empresas consultadas por el OCLA a principios de año.
De todos modos, cuál será el número final de 2022 parece ser algo muy difícil de proyectar, de acuerdo con el análisis del Observatorio.
“Se evidencia desde mayo una desaceleración en el crecimiento interanual de producción. Los próximos cuatro meses se presentan con un panorama incierto desde los aspectos meteorológicos, de los costos de producción y de los precios tanto del mercado interno como del externo (precios cuidados, menor consumo, precios internacionales a la baja, retraso cambiario y derechos de exportación), lo cual hace difícil aventurar un posible comportamiento de la producción”, señaló el OCLA.