El sindicato aplica desde la semana pasada paros semanales de tres horas por trabajador y por turno, en unas 15 empresas del sector lácteo, pero aplazó otras medidas a pedido del Ministerio de Trabajo, que impulsa negociaciones entre las partes.
El conflicto se originó en la negativa de la cámara de empresarios lácteos de otorgar el ajuste del salario de los trabajadores que surgió de las pautas de aumento previstas por el Poder Ejecutivo, indicó la agencia noticiosa italiana Ansa.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Wilson Cabrera, declaró al diario El País que su sector está “bajo la dictadura sindical, que ha sido mucho más perjudicial para nosotros que la dictadura militar”.
“Si los sindicalistas quieren, les pagamos el despido y que se vayan a Cuba o Rusia”, dijo el empresario.
En tanto, la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea aseguró que la “amenaza empresarial de tirar leche” es responsabilidad de los productores, porque “hay capacidad de producción y almacenamiento para evitar” esa medida.
El vicepresidente de la Asociación empresaria, Carlos Torterolo, explicó que se ha empezado a tirar el producto debido a que la espera para el ordeñe tiene “un límite, porque la ubre del animal se enferma a veces con carácter irreversible” si no se cumple con los tiempos para la extracción de la leche.
Otros empresarios aseguraron que la leche que no se puede enviar a los centros de industrialización “tampoco se puede donar a la gente necesitada, porque no ha sido pasteurizada”.
La dirección de Conaprole, la mayor cooperativa de pasteurización y distribución de lácteos del país, envió ayer una carta a la asociación de transportistas de leche autorizando a verter “en el lugar que se entienda correspondiente” la leche que se recoge de las granjas productoras y que no pueda ser ingresada en las plantas industriales.
Según consignaron agencias internacionales, para mañana está convocada una nueva reunión para intentar destrabar el conflicto, y el gobierno ya ha advertido de que en caso de no lograr un acuerdo dictará un laudo sobre el aumento, decisión que deberá ser acatada por las partes.