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Tamberos del sudeste de Cordoba comenzaron a tirar leche ante la imposibilidad de sacarla de sus campos por las inundaciones.
Según informa el diario La Nación, en los departamentos Marcos Juárez, Unión y Juárez Celman hay unas 70 mil hectáreas bajo el agua debido a las intensas lluvias registradas desde las últimas semanas de diciembre, que llegaron hasta los 300 mm en algunas localidades.
En ese marco, los productores reclaman por problemas de infraestructura de larga data.
Patricio Kilmurray, secretario de la Asociación de Productores de La Carlota, afirmó que ni siquiera se terminaron de resolver los problemas por las inundaciones de hace un año: “El desagüe es lento y problemático, hay lagunas llenas y vastas zonas de campos que no tienen poder de absorción”.
En la zona de Huanchilla (390 kilómetros al sur de la capital provincial) los tamberos directamente empezaron a tirar la leche por la imposibilidad de salida de los camiones.
Son “canales” define Hernán Gherzi, titular de la Cooperativa de Tamberos local. La inundación ni siquiera se debe a “agua de la zona” sino que proviene de otros sectores: “Viene de más arriba, a velocidad. No sólo no se puede mover la producción sino que hay gente que no puede salir”, aseguró.
En La Carlota los tamberos todavía logran sacar la producción en cisternas tiradas por tractores; más al sur hasta ese esquema es imposible. “No donamos ni regalamos la leche -dice Gherzi- porque no podemos entrar, lamentablemente no queda otra posibilidad; hasta las cisternas volcaron”.
Falta de obras
El abandono en infraestructura también fue denunciado por los tamberos. “La infraestructura tiene medio siglo y soporta un tránsito que se multiplicó y también condiciones climáticas diferentes. No se han hecho obras importantes y cuando hay creciente del río Cuarto el agua se larga para los campos”, dijo Kilmurray.
En Huanchilla hubo una reunión de la que participaron autoridades municipales, provinciales y Vialidad Nacional para instrumentar un programa de emergencia y delinear un plan a más largo plazo.
La situación crítica coincide con los reclamos que el año pasado hicieron las entidades rurales por la suba promedio del 22 por ciento del Inmobiliario Rural, que llegó al 29 por ciento sumando otros ítems, como el que cobra la Provincia para el Fondo de Consorcios Camineros y para los canaleros (que creció 360 por ciento interanual).
Según las organizaciones agropecuarias, este año aportarán 2.016 millones por estos dos fondos y los que van a municipios e infraestructura.