El uso de fitosanitarios permitió el aumento de la productividad y la estabilidad en los rendimientos a lo largo del tiempo. No sólo debido a un mejor control de malezas, plagas y enfermedades, sino también a través de la siembra directa.
Dada la extensión de los establecimientos agropecuarios en Argentina, el consumo de fitosanitarios y la consecuente generación de envases fue en constante crecimiento. Por ello, es el momento de apostar a la sustentabilidad, sencilla y segura, en el manejo de envases.
De esta forma, la empresa Atanor, que viene acompañando esta evolución de la agricultura y el desarrollo productivo, fue pionera en el desarrollo de un “Sistema de Grandes Envases” para sus productos fitosanitarios en Argentina, denominados “Intermediate Bulk Container” (IBC), con capacidad de 1.000 litros.
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De esta forma, la empresa pone a disposición de su red de clientes y productores esta nueva presentación para dos de sus productos: “Power Plus II” (Glifosato ácido 54,0%p/v SL) y “Mestizo Ultra” (Glifosato ácido 25,4%p/vr + 2,4-D ácido 14,1%p/v SL).
Beneficios
Entre los múltiples beneficios de este sistema se destaca por la sustentabilidad ya que ser un envase reutilizable, no genera impacto ambiental por desechos plásticos (60 kilos menos de plástico, equivalente a 95% de reducción de plástico), evitando el recupero de envases inutilizados tras el uso de sus contenidos y un ahorro de 1.500 litros de agua, ya que no se requiere el lavado de los mismos.
Por su parte, estos grandes envases permiten una alta capacidad de organización, movilidad e integración. Además aumenta los plazos, capacidad de logística y manipulación durante el llenado.
También brinda seguridad para el operario, disminuyendo el riesgo de contacto, lesiones por fuerza, tiempo de exposición con el fitosanitario y eliminando las perdidas por derrame.