La invernada y la hacienda gorda se vendieron con firmeza durante la semana pasada. Los ingresos al Mercado de Liniers fueron reducidos como consecuencia del paro agropecuario dispuesto por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). En la semana se encerraron sólo 18.900 cabezas, 50% menos que lo habitual. La merma en los arribos se reflejó en los precios ya que los frigoríficos se vieron empujados a competir por lo ofertado para reponer sus stocks de carne. El valor promedio semanal por kilo de novillo fue 2,469 pesos. La semana anterior el promedio había sido de $2,328; la mejora fue de 6 por ciento. Ésta fue una de las categorías más beneficiadas por el interés de la demanda.
El consumo definido liviano (novillitos, vaquillonas y terneros) se comercializó con precios estables; esto se debió a la todavía abundante oferta de hacienda liviana terminada a corral. Los novillitos de mejor gordura se negociaron entre 2,50 y 2,80 pesos; las vaquillonas, entre 2,25 y 2,80 pesos, y por terneros se pagó, en promedio, entre 2,40 y 2,80 pesos. La diferencia con los lotes de novillos no es significativa. Los conjuntos livianos de 431 y 460 kilos se colocaron entre 2,45 y 2,60 pesos y los de 461 y hasta 490 kilos, entre 2,40 y 2,55 pesos.
Otra de las categorías que registraron aumentos la semana pasada fueron las vacas. Al cierre del período la de conserva se negociaba entre 1,35 y hasta 1,60 peso la tipo manufactura, mientras que la de consumo el viernes pasado se vendió desde $1,60 los lotes regulares hasta $2,10 los especiales. La mayor demanda de los frigoríficos exportadores afirmó la competencia por estos lotes que volvieron colocarse en valores similares a los registrados en marzo pasado, antes de que el Gobierno dispusiera el cierre de las exportaciones de carne bovina.
La hacienda de invernada se vendió con interés, pero con los mismos niveles de precios de la semana anterior. El ternero se negoció entre 2,60 y 2,80 pesos y la ternera entre 2,50 y 2,60 pesos. Los consignatarios aseguraron que los pocos lotes buenos se comercializan fácilmente y que las lluvias que cayeron en el oeste de la provincia de Buenos Aires y la salida de hacienda de los feedlots potencian el interés de la demanda. Los feedloteros aseguraron que están reponiendo, pero que los precios actuales del gordo, muy parejos con los de la invernada, podrían ponerle un freno a la compra.