Es por todos conocido que la producción ganadera sufrió durante los años de bajos precios un desplazamiento hacia regiones marginales, tanto para la agricultura como para la ganadería misma.
Por lo tanto, el desafío de los últimos años es lograr aumentar los niveles de producción de carne y leche en ambientes que cuando manifiestan problemas climáticos, en general los pueden maximizar, por ejemplo falta de agua en los perfiles.
Dado que este índice está fuertemente influenciado por el nivel de reservas hídricas actual del suelo y su probable reposición, es de esperar escenarios donde la eficiencia del uso del recurso hídrico es la diferencia entre tener o no alimento para la hacienda.
Por su parte en años donde prevalecen las dudas con respecto al comportamiento del clima, el sorgo es una excelente opción productiva dadas sus especiales características.