Imagen de Dante Garciandia
El informe semanal para la zona núcleo de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) no deja lugar a dudas: los eventos de lluvias ocurridos en las últimas semanas han sido insuficientes y la situación de los cultivos se sigue agravando, más aún con la ola de calor que comenzó a hacer efecto en los últimos días.
El panorama que describe la entidad rosarina es letal tanto en lo que responde a la cosecha de trigo como al inicio de la campaña de soja.
TRIGO
Según la GEA, ya se han cosechado un 20% de los lotes de esta región y los rindes promedian apenas 15 quintales por hectárea.
Son 30 quintales menos que el récord del año pasado y la cifra más baja en al menos una década. El desplome es tal que, para tomar dimensión, basta decir que el peor guarismo registrado en este período había sido de 27 quintales en el ciclo 2020/21.
“El 20% de la cosecha de trigo confirma que será el rinde más bajo de los últimos 10 años. El avance sobre 180.000 hectáreas del cereal arroja un promedio de 15 quintales por hectárea, un 40% por debajo de la media histórica de las últimas 10 campañas”, menciona el reporte.
Y agrega: “Con esta productividad y con 400.000 hectáreas perdidas, la producción rondará las 1,3 millones de toneladas (en la zona núcleo), unas 5,8 millones de toneladas menos que la campaña pasada”.
SOJA
En el caso de la oleaginosa, la GEA insiste en el retraso histórico de la siembra de primera, con un millón de hectáreas que se implantarán en diciembre, una cifra nunca antes registrada.
El problema es que las estimaciones indican que, por cada día de atraso, se pierden 30 kilos por hectárea al momento de la cosecha.
#BCRGea | 🌱Inédito: un millón de ha de soja de 1ra se sembrarán en diciembre.
📌Informe completo: https://t.co/JBEXs0hbLC pic.twitter.com/1bGrxrXK31
— BCR Mercados (@BCRmercados) November 25, 2022
“Por eso y porque hay una incertidumbre total respecto al clima, las sembradoras estuvieron trabajando de día y noche: en siete días se sembraron 1,2 millones de hectáreas de soja de primera. Se va al pulso de cada tormenta o de cada chaparrón que suma algún milímetro”, indica el relevamiento.
Según la entidad rosarina, hay una siembra “desesperada”, hecha en muchos casos “sobre seco, con una incerteza total”. Y además, ya se están reportando muertes de plántulas por la sequía.