La semana pasada, Chicago asimiló un reporte de intención de siembra de EE.UU. que detonó subas en precios al delinear un magro aumento en el potencial productivo de cara a la nueva campaña. Este viernes (a las 13:00 hs. Arg.), el mercado deberá digerir el informe mensual de Estimaciones de Oferta y Demanda Mundial (WASDE). ¿Dónde estará centrada la atención? ¿Se reafirma el respaldo a los precios?
Recapitulando. El reporte de intención de siembra de la semana pasada, en cuanto a potencial productivo de EE.UU., dejó un escenario poco prometedor. El área de soja se estimó 35,4 mill. has. y la de maíz en 36,8 mill. has. En caso de concretarse, considerando rindes y pérdida de área promedio de las últimas campañas, podríamos pensar en volúmenes de producción cercanos a 117 mill. tn. de soja y 367 mill. tn. de maíz. Para poner en perspectiva, podemos comparar estos valores con las estimaciones de demanda total para la campaña actual, pensando en que podrían mantenerse en el nuevo ciclo, si no media ninguna sorpresa (gripe africana de cerdos en China, etc.). Así, podríamos suponer que el consumo interno más exportaciones podría alzarse a 124 mill. tn. en el caso de la soja y a 370 mill. tn. en el caso del maíz. Claramente, las cuentas podrían no cerrar al comparar demanda vs. producción.
Ahora bien, la oferta 2021/22, además de la producción, estará conformada por el acarreo del ciclo actual, los famosos stocks finales 2020/21. En un contexto donde cada grano cuenta, ganan relevancia los datos que nos aportará el USDA en este sentido. Así, podremos ver, nuevamente, un mercado muy sensible a los números este viernes. La atención estará focalizada, principalmente, en los cálculos de consumo interno y exportaciones 2020/21 de EE.UU., y el consecuente ajuste que conlleve en materia de stocks finales.
En soja, hay poco margen para ajustar. En el último reporte, los stock finales 2020/21 se proyectaban en torno a 3,2 mill. tn. Esto significa que la campaña en curso tendrá muy poco para sumar a la oferta de la nueva. De cara al informe de este viernes, se espera un recorte muy marginal en el cálculo de stocks finales, manteniéndose prácticamente sin cambios, en torno a mínimos históricos.
En tanto, en maíz, aun se mantiene un escenario algo más holgado en materia de cálculo de stocks finales 2020/21. Pero no hay que descartar sorpresas. Según el reporte de marzo del USDA, podrían pasarse cerca de 38,1 mill. tn. para sumarse a la oferta del nuevo ciclo. Pero las perspectivas medias de analistas para este viernes apuntan a un recorte de 2,6 mill. tn. Así, podrían caer a 35,5 mill. tn., limitando la oferta disponible en el nuevo ciclo. Esto respondería a la firmeza que ha estado mostrado la demanda.
Por otra parte, también se prestará atención a las estimaciones de producción para Sudamérica, que actualizará el USDA. Para soja, en Brasil, el volumen estaría casi definido en torno a 134 mill. tn. y Argentina no se descarta la posibilidad de un leve recorte.
De todo esto se desprende que, tanto para soja como para maíz, parece tender a reafirmar el sendero que venimos transitando, con balance ajustado en EE.UU. y buenos niveles de precios. Así como la posibilidad de que esto se replique en la campaña 2021/22. Si bien, actualmente, en el plano local se juega el partido del ingreso de la trilla y las posibilidades que vaya ofreciendo el clima para avanzar con las tareas.
¿Cómo seguimos? Hacia adelante habrá que monitorear los posibles rebrotes de gripe africana de cerdos de China y prepararse para enfrentar mercados volátiles de la mano del clima en EE.UU. Además, recordamos que los fondos especulativos permanecen muy comprados. En este contexto, podría resultar conveniente intentar cerrar márgenes, manteniendo abierta la puerta a la posibilidad de captar alguna suba mediante estrategias comerciales que permitan conservar cierta flexibilidad.
*El autor es responsable del Dpto. de Análisis de Mercados de la corredora Grassi S.A