La siembra de soja ya logró cubrir más de la mitad de la superficie proyectada para el corriente ciclo, de 17 millones de hectáreas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. El girasol, ya completamente implantado, este año tiene su mayor núcleo en territorio bonaerense, debido a la sequía que afectó la campaña en el Chaco, y transita etapas reproductivas.
En ambos cultivos es un momento ideal para reforzar la fertilización con aplicaciones foliares, con el fin de aumentar la eficiencia reproductiva.
“El principal componente de rendimiento es el número de granos por metro cuadrado. Para aumentar ese indicador, lo ideal es el uso de Sett, entre R1 y R3 en soja, y en R1 en girasol”, asegura Agustín Garnero, coordinador técnico regional de Stoller.
Sett es un fertilizante líquido que contiene en su formulación una concentración de un 8% de calcio; 0,5% de boro y cofactores de crecimiento.
Sus principales beneficios son que promueve una floración uniforme y vigorosa, lo que incrementa la viabilidad de las flores y asegura un adecuado cuaje, y esto se traduce en una mayor productividad como consecuencia de un aumento en la retención de flores.
“Para poder generar más granos por metro cuadrado debemos prestar especial atención al momento de floración, apuntando a la máxima eficiencia reproductiva en ese momento. Con una dosis de dos litros por hectárea de Sett podemos lograrlo”, añade Garnero.
Calcio y boro, según el asesor de Stoller, son dos nutrientes claves para alcanzar estos objetivos, y se combinan de manera estratégica con las hormonas promotoras de crecimiento: auxinas, citoquininas y giberelinas, dando como resultado una solución fisiológica clave durante la floración de soja y girasol.
“Otro aspecto positivo es su compatibilidad con otros fitosanitarios. Por ejemplo, con fungicidas, lo que significa un ahorro y mayor eficiencia; no implica un costo extra a la hora de la aplicación”, agrega Garnero.
Aporte en un año Niña
De acuerdo con los ensayos realizados por Stoller, el uso de Sett incrementa los rendimientos promedio entre 8% y 10%.
En una campaña como la actual, marcada por un déficit de lluvias que afecta a gran parte del área agrícola argentina desde el otoño y que podría continuar en el verano debido a la llegada del fenómeno La Niña, reforzar la nutrición puede significar un plus aún mayor.
“Bajo las condiciones ambientales actuales y como se pronostican hacia adelante, es importante adoptar estrategias que protejan las estructuras reproductivas de las plantas; es decir, que no haya abortos florales”, resume Garnero.
Y completa: “El déficit hídrico y las altas temperaturas son un combo ideal para que los cultivos se desprendan de las flores, lo que implica menos frutos y menos granos. Por eso la idea es disminuir los abortos, en pos de tener más número de granos por metro cuadrado”.
Otro aspecto favorable es que, al ser Sett un fertilizante que ingresa por hoja, tiene una mayor eficiencia de uso, volviéndose así más independiente de las condiciones ambientales, maximizando la disponibilidad para la planta.