El pasado fin de semana fueron días de relaciones tensas entre la Aduana y la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA): desde el cuerpo de funcionarios acusaron a los empresarios de sobrefacturar importaciones de porotos de soja y la respuesta desde el sector privado, negando esas denuncias, no tardó en llegar.
Sin embargo, este miércoles el ente estatal avanzó un paso más y sumó un documento enviado por la República de Paraguay.
“La Dirección General de Aduanas recibió la respuesta de Paraguay que valida la denuncia a 7 firmas cerealeras investigadas por sobrefacturar importaciones de porotos de soja. El país vecino envió la factura comercial donde figuran valores inferiores a los declarados en Argentina”, aseguraron.
LAS EMPRESAS EN LA MIRA
Se trata de:
- Aceitera General Dehez
- Bunge Argentina
- Cargill SA
- Cofco International
- LDC Argentina SA (Louis Dreyfus Company)
- Molinos Agro SA (Molinos Río de la Plata)
- Viterra Argentina SA
Todas las compañías conforman el lote de las empresas de punta en el sector, con grandes volúmenes de operaciones.
El titular de la Aduana, Guillermo Michel, calificó: “Esto descarta lo que dijo la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) en medios periodísticos. La Aduana es un ente profesional que actúa conforme a la normativa vigente y al intercambio de información con otros países regido por acuerdos internacionales”.
Con esta información, la Aduana multó a dos de las compañías investigadas por infracción al artículo 954 del Código Aduanero. Las condenas de sede administrativa fueron para:
- Vicentin SA. por $ 446.368.298
- Cofco Int. Arg SA por $ 52.278.729.
“Durante el año 2020 se aperturaron sumarios contenciosos a distintas cerealeras por sobrefacturación en importación temporal de poroto de soja por más de USD 55 millones, encontrándose dichas actuaciones algunas con condenas y otras en trámite”, sumaron.
QUÉ HABÍA DICHO CIARA
A través de un posteo en X, los empresarios del sector señalaron que era crucial “compartir la verdad detrás del decreto 1330/2004”.
“Establece condiciones para la importación temporaria de mercaderías destinadas a recibir un perfeccionamiento industrial, con la obligación de exportarlas para consumo a otros países”, expusieron.
Los cuestionamientos de la Directora General de Aduanas carecen de base, sin constancia en las empresas exportadoras. Los valores declarados se ajustan a las condiciones normales de mercado en el país de origen y de procesamiento.
— Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) (@CamaraAceites) November 26, 2023
Y sumaron que el régimen “permite a Argentina importar soja en momentos de escasez local, procesarla con empleo industrial argentino y exportar al mundo productos con mayor valor agregado. Una estrategia clave para nuestra economía”.
“Es inaceptable que se siga persiguiendo a la agroindustria, pilar del país y parte central de la transformación productiva y exportadora que necesita Argentina”, enfatizó Idígoras.