La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) informaron que, en marzo, las empresas del sector liquidaron U$S 1.228,6 millones.
Este valor constituye un importante repunte con relación a los malos números que habían presentado enero y febrero, pero significa una caída del 59% con respecto a los casi U$S 3.000 millones de marzo de 2022.
Asimismo, en lo que va del año se alcanzaron apenas los U$S 2.802 millones, la cifra más baja desde el primer trimestre del año 2006, cuando fueron U$S 2.606 millones.
Un misil a la economía: habrá U$S 18.000 millones menos por exportaciones
“Este ingreso de divisas es el reflejo de un mercado fuertemente afectado por la extrema sequía que ha reducido drásticamente las producciones, y que ha llevado a los puertos y plantas de molienda a operar con niveles extremadamente altos de capacidad ociosa (los más altos de la historia)”, indicaron desde CIARA-CEC.
FUERTE ALERTA EN LA INDUSTRIA
En este marco, las cámaras agroexportadoras difundieron declaraciones de su presidente, Gustavo Idígoras, en las que confirma el anticipo de Infocampo de que ya están evaluando paralizar plantas a mediano plazo, a raíz de la falta de materia prima.
Antes, Idígoras ya había manifestado también en un video que están “muy preocupados” ante el panorama que se viene en los próximos meses.
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Ahora, el ejecutivo ratificó todas estas miradas al subrayar que está finalizando la sequía más dura de los últimos 60 años, que “puso en situación de extrema debilidad financiera a los productores y a nosotros nos genera pérdidas por U$S 20.000 millones”.
En ese sentido, Idígoras enfatizó: “Las consecuencias van a empezar recién ahora. Todavía la sociedad argentina no tomó conciencia de lo que vamos a vivir en estos próximos meses”.
Un ejemplo de esto es que afirmó que con la menor oferta de soja, van a poder trabajar de manera normal hasta agosto. “Después, vamos a tener que cerrar todos los puertos”, alertó.
También refrendó la decisión de incrementar las importaciones para evitar una parálisis aún mayor. “Vamos a traer barcos de Brasil, una situación histórica, ya que ha tenido una muy buena cosecha, lo que genera gran oferta disponible. La idea es comprar entre 8 y 10 millones de toneladas para no reexportarlas, sino darles valor agregado”, sostuvo.
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